«Los peatones son los más vulnerables pese a que se realizan a pie un tercio de los desplazamientos»
«Solo unos privilegiados pueden ir a sus trabajos a pie. Los que usamos el coche somos los precarios»
de peatones disminuyeron solamente un 19 por ciento. Muchas ciudades alemanas se sitúan por debajo de la media europea en la reducción interanual de muertes de peatones, pero sus autoridades están sujetas a las leyes federales de tráfico, que limitan lo que pueden cambiar por su cuenta. Solamente Düsseldorf ha dotado a sus semáforos de una luz naranja para los peatones, que ayuda a evitar que el caminante comience en verde a cruzar el paso de cebra y se vea sorprendido por el rojo a mitad de camino, un problema que aterroriza a las personas mayores o con menor movilidad. La asociación Fuss plantea esta situación como una batalla perdida hasta ahora por los ciudadanos en su lucha contra la poderosa industria automovilística. «Desde el final de la guerra, este sector ha dominado el crecimiento económico y las exportaciones, es el símbolo de la prosperidad nacional, emplea a 800.000 trabajadores y ha impuesto su negocio como parte de la identidad alemana. Aquí conducir rápido es concebido como un derecho fundamental», dice Stimpel, que sin embargo considera que «esa mentalidad está desapareciendo y ha llegado la hora de que el peatón se enfrente a ese lobby en la defensa de sus derechos».
Muchos automovilistas, por el contrario, perciben esa misma batalla en términos muy diferentes. «Solo unos pocos privilegiados pueden trasladarse a pie por las grandes ciudades. Quienes a diario utilizamos el coche somos trabajadores más precarios o peor pagados que no nos podemos permitir vivir en el centro, familias con niños que solo pueden organizar su transporte con un coche.