¿Los celadores no somos sanitarios?
Mi nombre es Mirta, pero lo que voy a contar es también el caso de Carmen, Yolanda, Cris, Minerva, Mariví o el de tantas y tantas otras compañeras ‘celador’. Nos regimos por un estatuto preconstitucional, una orden ministerial de 1971, que el próximo 5 de julio cumple cincuenta años. En varios de sus puntos, nuestro estatuto hace referencia expresa al trato con los pacientes ‘masculinos’, y llega incluso a mencionar funciones a realizar por el celador en el caso de que estas ‘no sean decorosas para el personal femenino’... Todo esto en un colectivo en el que actualmente las mujeres representan un 70 por ciento del total de profesionales resulta anacrónico.
Además, este estatuto está totalmente obsoleto en relación a las funciones que actualmente realizamos los celadores y celadoras. La lectura del mismo nos da una idea de un profesional cuyas funciones con el paciente se limitan a la colaboración con el personal sanitario, ayuda en la movilización en los casos en que ‘no puedan ser movidos sólo por las enfermeras o ayudantes de planta’. La realidad a día de hoy es que prácticamente somos los celadores los que movilizamos a los pacientes con ayuda del personal sanitario, tanto en las plantas de hospitalización a la hora del aseo, de los cambios posturales o para levantarlos al sillón, como en las UCI, con pacientes críticos o en los quirófanos para las intervenciones. El celador moviliza y el personal sanitario colabora, y a pesar de todo ello no soy sanitaria. A pesar de que mi trabajo se desarrolla en su mayor parte con atención directa al paciente, este estatuto me considera personal no sanitario.
Desde la plataforma Reconocimiento Para el Celador Ya, grupo integrado por celadores de toda España, que cuenta actualmente con unos 4.500 miembros, estamos llevando a cabo una serie de movilizaciones para lograr la creación de un módulo de FP de Grado Medio que nos forme adecuadamente para la realización de nuestras funciones y nos dé cobertura legal a la hora de realizar nuestra profesión, que actualice nuestras funciones y nos proporcione una formación que nos reconozca como personal sanitario.