La llegada de inmigrantes a las islas crece un 117% hasta marzo
▶ La ruta canaria concentra más de la mitad de todos los ‘sin papeles’ que entraron
Los inmigrantes llegados al archipiélago canario durante el primer trimestre suponen un 117% más que los registrados en 2020 en el mismo periodo, cuya última quincena ya fue de fronteras cerradas y conmoción global por la pandemia. Los datos los ha ofrecido el Ministerio del Interior, que sitúa en 3.436 el número de personas interceptadas hasta el 31 de marzo por tierra y fundamentalmente por mar a las islas atlánticas, frente a las 1.582 del año pasado. En Canarias ya están en funcionamiento campamentos semipermanentes con gran capacidad de acogida que sugieren que el Gobierno no confía en frenar estos flujos.
Las quejas de las islas parecen más que justificadas a la luz de los datos. En el periodo mencionado accedieron a España de forma irregular 6.496 personas por vía terrestre y marítima, por lo que más de la mitad como se ha dicho acabaron en el archipiélago.
Autopista migratoria
Un informe de la Organización Internacional de las Migraciones de reciente publicación dedica un apartado especial a analizar lo que está ocurriendo en las Canarias, que como autopista migratoria aparece así situada al nivel de las rutas del Mediterráneo oriental (Grecia), el central (Italia) y el occidental, que conecta el norte de África con España.
En el enfoque que hace la institución dependiente de la ONU se recuerda que las cifras que afectan al archipiélago quedan lejos, por lo bajo, de los números alcanzados a mediados de la década de 2000, en referencia a lo que se dio en llamar la ‘crisis de los cayucos’ y las 31.679 entradas de inmigrantes que se contabilizaron. Pero la OIM presta especial atención a la mortalidad en esta ruta y eleva a 3.100 el número de muertos y desaparecidos desde 1999. En ese año documenta el primer siniestro de estas características, localizado a 300 metros de la orilla de Morro Jable en Fuerteventura, donde fallecieron «al menos nueve» de los ocupantes de una patera que zozobró.
El informe expresa especial preocupación por lo que llama «los naufragios invisibles». Los barcos que fracasan en el camino sin supervivientes, y cuyas víctimas por tanto no constan en ninguna estadística, una tragedia que ha vuelto a la actualidad con el vuelco de una embarcación frente a las costas de Murcia de la que se rescató a tres personas que dijeron haber perdido a nueve acompañantes.
«La ruta a las Islas Canarias es extremadamente
Entre 2014 y 2018 peligrosa debido en gran parte a las grandes distancias que los inmigrantes deben cruzar en el viaje. Otra consecuencia son las dificultades que enfrentan las operaciones de búsqueda y rescate para patrullar y responder adecuadamente a los barcos en problemas».
El punto continental más cercano, recuerda, está en Marruecos a 95 kilómetros, aunque la mayoría de las salidas se producen desde Dajla, en el mismo país o Nuadibú en Mauritania, a 450 y 775 kilómetros respectivamente. Ello obliga a las embarcaciones a permanecer días en el mar, embarcaciones que además «son incapaces de llevar suficiente comida y agua a bordo» para semejante crucero.
La Organización de las Migraciones expone que la necesidad de transportar cada vez a más inmigrantes fue lo que hizo que las pateras fueran sustituidas en esta ruta por los cayucos, de mayor tamaño. A estos efectos, particularmente interesante es la doble práctica detectada en el eje del Mediterráneo central (Túnez y sobre todo Libia en dirección a Italia), «la ruta más mortal del mundo con 17.300 muertos y desaparecidos desde 2014». Primero, a pesar de la enorme distancia, los inmigrantes están siendo lanzados al mar en barcas hinchables «no aptas para navegar» y sobresaturadas, algo que ya se utilizó en el Estrecho.
Varias barcazas a la vez
El segundo patrón está siendo el lanzamiento por parte de las redes criminales de muchas embarcaciones con inmigrantes a la vez, lo que complica «significativamente» que sean interceptadas y devueltas a África, algo que según la OIM ocurrió en 2020 con el 49% de las localizadas en este escenario. En noviembre, se sospechó una acción de este estilo desde Argelia y con las costas de Murcia como destino, amén de la que pudo activarse desde Dajla en el mismo mes y que colapsó los recursos en Canarias. Unos recursos que no viven tregua.