Inquietud en EE.UU. por las concesiones de Biden a Irán
▶ Políticos republicanos e iraníes en el exilio piden apoyo a los derechos humanos
Finalmente, Joe Biden ha cedido y, aunque sea indirectamente, ha permitido la reanudación de las negociaciones con Irán, algo que la República Islámica interpreta como una victoria. Influyentes senadores republicanos ya han escrito al presidente pidiéndole contención, ya que el régimen teocrático no sólo desarrolla un programa nuclear, sino que promueve actos de terrorismo en todo el mundo y es uno de los mayores violadores de los derechos humanos. Paralelamente, 300 activistas iraníes en el exilio que trabajan a favor de la democratización de su país le han pedido por carta a Biden que no contribuya a darle oxígeno a un régimen asfixiado por las sanciones aprobadas por su predecesor.
Para Irán, el objetivo es que Biden retire las sanciones dictadas por Donald Trump en tres años. Sólo así, el régimen islámico volvería a respetar los límites de enriquecimiento de uranio que alejan la posibilidad de que tenga un arma nuclear. El acuerdo inicial lo negoció el demócrata Barack Obama en 2015, con una fuerte oposición de los republicanos y de Benjamin Netanyahu en Israel.
Las negociaciones entre Irán y las potencias mundiales, mediadas por la Unión Europea, durarán esta semana. Los emisarios de EE.UU. sólo dialogan con sus contrapartes iraníes de forma indirecta. Hay dos grupos de trabajo cuya mera existencia pone de relieve cuáles son las intenciones de las partes. Uno de ellos negocia cómo devolver a Washington al acuerdo nuclear del que Trump se retiró unilateralmente en 2018. El otro, se centra en cómo facilitar que Irán vuelva a cumplir con las limitaciones de enriquecimiento de uranio acordadas en 2015. Es decir, los intermediarios –Gran Bretaña, Alemania, Francia, China y Rusia– tratan de lograr concesiones tanto de Washington como de Teherán.
Lo crucial, para los críticos de Biden aquí en Washington, es que tras las negociaciones vendrá un levantamiento de sanciones, algo que el régimen teocrático busca desesperadamente, dado su aislamiento en los mercados internacionales y la drástica bajada de las exportaciones. Varios senadores conservadores, entre los que se halla Marco Rubio de Florida, enviaron este miércoles una carta a Biden defendiendo las sanciones, porque estas, respaldadas tanto por republicanos como demócratas, «castigan al régimen iraní por su apoyo al terrorismo, el enriquecimiento nuclear y el programa de misiles balísticos». Las sanciones, defienden, «deberían utilizarse como una herramienta para abordar todos los aspectos del comportamiento desestabilizador de Irán».
Del mismo modo opina Nikki Haley, que fue embajadora de Trump en Naciones Unidas y es una candidata muy bien posicionada de cara a las primarias presidenciales de 2024. «Biden quiere darle luz verde a las empresas americanas para que inviertan en Irán… el mayor promotor del terrorismo del mundo», dijo Haley en un mensaje compartido en redes sociales.
Venezuela y Yemen
La última incursión de Irán en la escena internacional es la infiltración de Venezuela por parte de su Guardia Revolucionaria en auxilio del régimen de Nicolás Maduro, también acorralado por las sanciones estadounidenses. La teocracia islámica es además parte de la guerra en Yemen y ha enviado milicias a Irak, donde han atacado a soldados de EE.UU., y a Siria, entre otros lugares.
El envío de la misiva de los republicanos coincide con la de los 300 activistas iraníes exiliados en EE.UU., que ruegan a Biden y a su gobierno que se marquen como prioridad la democratización de su país de origen, que celebra elecciones presidenciales el 18 de junio. (Irán es un sistema presidencialista con su propio parlamento, pero a los poderes ejecutivo, legislativo y judicial los limitan y supervisan los clérigos que comanda el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei).
Los activistas iraníes aseguran en su carta: «Las acciones de su Administración deben estar dirigidas a bloquear la violación de los derechos humanos por parte del régimen iraní y su promoción del terrorismo en la región y más allá… La defensa de los derechos humanos y la democracia en Irán debería ser el elemento central y duradero de sus políticas».