EL RECUADRO
Cuanto se está organizando para la Feria es un peligro de contagio en toda regla
NO sé qué le gusta más al alcalde Espadas: si dejar que le regalen los oídos diciéndole que es el mejor candidato a la presidencia de la Junta o creer que no tenemos encima la que tenemos y organizar cuanta iniciativa le proponen para celebrar la ‘no Feria’, y no en las últimas calles de Los Remedios sin portada y sin casetas, sino en el centro de la ciudad, animando a las mujeres a que se vistan de flamenca. Lo de la candidatura de Espadas a la Junta estaría muy bien, y sería para apoyarlo, si Juanma Moreno no lo estuviera haciendo tan bien y si dentro del PP no tuvieran esos quilombos incomprensibles entre ellos y sus facciones, que dadas las actuales circunstancias vaya el espectáculo que están dando.
Si la Feria de Abril la inventaron, como es tópico recordar, un vasco y un catalán en el reinado de Isabel II, la actual ‘no Feria’ de celebrarla por el centro como si nada pasara la ha inventado un sevillano como Espadas en el reinado de Felipe VI. ¿Han pasado por la Plaza del Salvador? Pues por allí han empezado con el alumbrado, como si no hubiera ya bulla de bodeguitas y mesas altas en el
Salvador todos los días. Y lo han puesto de luces feriales que parece la calle Joselito el Gallo esquina a Chicuelo por lo menos. Y habrá más. Hasta el día 18 nos quedan por ver grandes sorpresas, con lo que advertí ayer: con el riesgo de que todo esto sirva para que la gente se eche a la calle como loca y provoque, con las aglomeraciones, nuevos contagios y nos hagan subir en la escala de ciudades peligrosas de España y no venga al aeropuerto de San Pablo ni un solo avión con turistas, porque en Europa nos han pintado de rojo como sitio donde no acercarse para que no le peguen a uno el virus.
Me deja perplejo que frente a tanto interés por juntar gente en el centro en los días en que debía haberse celebrado la Feria, la Junta se lo haya tomado con tanta pachorra. No sabemos si cada iniciativa municipal tiene autorización de la Consejería de Salud. Que sí la ha tomado con los toros. Cuando no ha abierto la boca en la conversión de los bares en casetas, se ha apresurado a poner en duda que en Sevilla puedan darse toros. Y con el argumento que ha dicho Elías Bendodo que es completamente contradictorio con la atenuación de medidas para animar la maltrecha economía del PIB por los suelos y el desempleo por el cielo. Refiriéndose a la temporada de toros anunciada para Sevilla y que muy difícilmente se va a celebrar, ha dicho Bendodo: «Este gobierno no puede entrar en si le salen o no las cuentas a un empresario». Depende. Si es un empresario de toros, o sea, de la Fiesta que es Cultura, no puede entrar en si le salen las cuentas o no al empresario: la dura ley del metro y medio de distancia entre espectador y espectador, y listo. Pero si se trata de un empresario de atracciones feriales, se le deja que ponga una Calle del Infierno en plena Semana Santa. E insisto: cuanto se está organizando para la Feria es un peligro de contagio en toda regla, todos a la calle otra vez.