El embajador birmano en Londres, expulsado por su adjunto militar
▶ La Junta golpista ratifica la acción del agregado, que tomó la Embajada
Los ecos del golpe de Estado del pasado 1 de febrero en Myanmar han llegado hasta el Reino Unido, con la denuncia de Kyaw Zwar Minn, hasta ahora embajador en la capital británica, que dijo haber sido despedido el miércoles por su adjunto, un agregado militar progolpista que le pidió que abandonara el edificio junto a otros trabajadores, por lo que, según declaró, tuvo que pasar la noche en su coche. El ya exembajador es uno de los funcionarios críticos con el golpe de Estado que ha provocado violentos enfrentamientos en el país asiático y pidió la liberación de la líder electa Aung San Suu Kyi.
Kyaw Zwar Minn también solicitó al Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, que no reconozca al embajador que supuestamente ha sido nombrado por la junta militar. «Hubo un golpe en Myanmar en febrero. Ahora se está produciendo la misma situación en el centro de Londres», señaló, a través de un portavoz, y agregó: «Hacemos una llamada al Gobierno del Reino Unido para que se niegue a trabajar con el diplomático Chit Win, designado por la junta militar, o con cualquier otro embajador que puedan
El embajador habla con la prensa intentar nombrar en el futuro». El exfuncionario también denunció que los trabajadores de la representación diplomática han recibido amenazas de enfrentarse a un «severo castigo» si se niegan a trabajar para los militares que tomaron el edificio.
No autorizada
Kyaw Zwar Minn, quien fue embajador del país asiático en territorio británico desde 2014, aseveró al diario ‘The Telegraph’ que ha sido «traicionado» por algunos de los compañeros con los que trabajó en la residencia. «Esto es Londres, ¿sabes?, no pueden dar este golpe en el centro de
Londres», afirmó con frustración, y denunció que cuando algunos ciudadanos birmanos se enteraron de lo sucedido, se congregaron frente a la Embajada para protestar, pero entonces la Policía se acercó para acordonar la zona, indicarles que la manifestación no había sido autorizada y que tenían que cumplir las restricciones vigentes para evitar la propagación del Covid-19.
El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, condenó lo sucedido en un post en su cuenta de Twitter en el que escribió: «Condenamos las acciones de intimidación del régimen militar de Myanmar en Londres ayer, y rindo homenaje a Kyaw Zwar Minn por su valentía. El Reino Unido sigue pidiendo el fin del golpe de Estado y de la espantosa violencia, y una rápida restauración de la democracia». Sin embargo, su ministerio confirmó que recibió la notificación de la salida del embajador y que «debe aceptar la decisión adoptada por el Gobierno de Myanmar», que se independizó de Gran Bretaña en 1948, y detalló que el Gobierno no ha sido informado de quién es la persona que ha reemplazado a Kyaw Zwar Minn.
Crítico con el golpe
En la carta, la Junta militar asegura que Kyaw Zwar Minn había sido depuesto de su cargo desde hace casi un mes, el pasado 9 de marzo, por no ser fiel al gobierno, tras declarar a la BBC que el país está «dividido» y que corre el riesgo de caer en una guerra civil. Los datos parecen avalar esta opinión: según la Asociación de Asistencia a los Prisioneros Políticos (AAPP), hasta el momento podrían haber sido asesinadas unos 600 personas, entre ellos 50 niños. Las últimas víctimas son los once manifestantes antigolpistas fallecidos el miércoles por la noche durante unos cruentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
El Reino Unido y Estados Unidos han liderado una campaña internacional para imponer sanciones a los líderes de la junta militar birmana, mientras que la ONU ya habla de un auténtico baño de sangre en el país.
«Esto es Londres, no pueden dar este golpe en el centro de Londres», manifestó el ya exembajador a la prensa