Novelas turcas,
Netflix, Atresmedia y Mediaset se han fijado en estas producciones para adaptarlas con actores españoles
No es casual que la serie ‘Mujer’ sea líder de audiencia. La pasión del público por las producciones turcas lleva años en el punto de mira de las cadenas, que dedican gran parte de sus esfuerzos a la búsqueda de los mejores dramas y que, además, han logrado convertir a sus protagonistas en auténticos fenómenos de masas.
A la mencionada ‘Mujer’, apuesta segura de Antena 3 para su ‘prime time’, se unen en este furor títulos bien conocidos por el público español como ‘Love is in the air’, ‘Mi hija’ o ‘Erkenci kus’, que lanzó a la fama a Can Yaman en 2018. Lejos de ser un ‘boom’ pasajero, expertos en el género como Sergio Calderón, director de los canales temáticos Divinity, Energy y Be Mad, achacan el éxito de estas producciones a un nuevo ecosistema televisivo que ha dado lugar a «un espectador más abierto a productos de otras culturas» debido, en parte, a la sobreabundancia de contenidos.
Como explica el responsable de Mediaset, no es sencillo establecer una única causa que explique su auge, aunque el desgaste de las telenovelas latinas de los 90 y el atractivo visual de las ficciones otomanas han sido fundamentales para atraer a los televidentes hacia los conocidos bölum –episodio en turco–.
Tramas con empatía
Charo Calvo, responsable de selección de producto seriado en Atresmedia, destaca que en la buena acogida interviene, indudablemente, la capacidad de cada cadena para descubrir éxitos: «Hay que saber escoger qué título conecta mejor con el público, no todos son adecuados», subraya. En Antena 3 dan buena cuenta de esa labor, pues ‘Mi hija’ y ‘Mujer’ son ya claros referentes
EL CINE EN TELEVISIÓN
en su programación, superando esta última los dos millones de espectadores.
Desde ‘Juego de tronos’ a ‘Breaking Bad’, no son pocos los títulos norteamericanos que han pasado por televisiones generalistas sin pena ni gloria a pesar de su sobrado éxito en las plataformas. ¿Qué diferencia a estos dramas de los nacidos en Turquía? La clave podría estar, como bien señala Charo Calvo,