Feijóo pide para la ley de salud una «solución extrajudicial»
▶ Insiste en el «error» del recurso del Gobierno, que el Constitucional acepta a trámite Miñones prometió mano tendida y Feijóo le recordó que ambos, ante el Estado, comparten «compromiso»
La primera visita del nuevo delegado del Gobierno en Galicia a San Caetano, donde fue recibido por el presidente de la Xunta en su despacho, pudo haberse producido en un clima menos enrarecido en las relaciones bilaterales entre ambas administraciones. Lo impidió el recurso de inconstitucionalidad que se impulsó desde La Moncloa contra la ley gallega de salud, y que ayer aceptó a trámite el Tribunal Constitucional, según informaron fuentes del TC a Ep. Se cumplieron los peores presagios del Ejecutivo gallego, especialmente con lo que lleva aparejada esta decisión: dejar en suspenso los artículos que no son del agrado del Gobierno. Particularmente la disposición que allana el camino a introducir un cariz obligatorio en la vacunación contra el coronavirus.
Feijóo, tras un encuentro de casi hora y media, expuso ante los medios de comunicación que este, el conflicto abierto por la ley de salud, era uno de los asuntos que había trasladado al sucesor de Javier Losada. Se esperaba, y así fue, que se pusieran también sobre la mesa otros clásicos, como infraestructuras, situación de la industria o Xacobeo, pero quedaron en un segundo plano. Máxime cuando todavía está reciente la cumbre con José Luis Ábalos, ministro de Transportes,
donde se desatascaron las bonificaciones a los peajes de la AP-9 o la llegada de la Alta Velocidad.
Más miga tenía el principal punto de fricción estos días entre San Caetano y La Moncloa, con permiso de la ley de cambio climático, que va camino de propiciar el mismo camino pero a la inversa (recurso de la Xunta). Feijóo, con Miñones escuchando a su lado, insistió en que el recurso del Gobierno a la norma, aprobada en el Parlamento autonómico el pasado mes de febrero, es un «error desde el punto de vista sanitario y político».
Para Feijóo, denota «deslealtad», aunque esto ni impide que la Xunta se siente a hablar, como sucedió la víspera en un encuentro de carácter técnico, donde se acordó iniciar los trámites para crear una comisión bilateral de cooperación, pero no se fue más allá porque desde el Estado ya se dejó claro que no se retiraba el recurso. «Quedamos en concretar exactamente de qué se nos acusa», explicó Feijóo; esto es, conocer los términos para poder responder en consecuencia.
El presidente gallego aún alberga, como quiso dejar constancia, la esperanza de que el Ejecutivo central retire el recurso. Máxime cuando el 9 de mayo está previsto que decaiga el estado de alarma. Así, Feijóo espera que, dado que «tenemos todavía unas fechas» de margen, se pueda recuperar el «vigor» que tenía la ley «cuando la publicamos» antes de ese día. «Nos gustaría alcanzar una solución extrajudicial que devuelva el vigor a la ley», subrayó.
En San Caetano escuece que las conversaciones abiertas finalmente con el Ejecutivo central se produjeran a posteriori, ya con la denuncia interpuesta. Si bien desde la Xunta, con su presidente a la cabeza, se apuesta por seguir hablando, no deja de generar malestar que sobre las conversaciones ya penda la apertura de la senda judicial. Un «error», insistió Feijóo, «muy especialmente» por parte de un ministro que abogaba por la negociación «cuando era el responsable del PSOE en Cataluña», indicó en alusión a Miquel Iceta, responsable de Política Territorial y Función Pública, quien, incidió el mandatario gallego, ni siquiera previno al Gobierno autonómico de sus intenciones.
Colaboración
Miñones se mostró conciliador y abogó, a modo de mantra, por «colaboración, colaboración y colaboración». Cooperación «máxima» como promesa en el «inicio del camino» para él como delegado del Gobierno. El que fuera alcalde de Ames se mostró convencido de que con «trabajo conjunto va a ser más fácil» encontrar soluciones a los problemas: «No vamos a parar de buscar diálogo y consenso». Feijóo recordó que comparten «compromiso» como representantes del Estado y apeló una «cogobernanza» real. «Nos interesa desatrancar, acordar, dialogar y encontrar soluciones», enfatizó.