Ares González
«Invito a los padres a que hagan curas de presencia con sus hijos» Profesor de Infantil ▶ El autor de ‘Educar sin GPS’ recuerda a las familias que los niños tienen otro ‘tempo’
«Tu hijo no quiere llamar la atención. Lo que realmente quiere decir es: “por favor, ¿puedes estar disponible para mí?” Ese es el gran problema de las familias de hoy en día, que no están presentes. Tenemos que aprender a poner límites y ponérselos a nuestras circunstancias». Este es el mensaje de Ares González, autor de ‘Educar sin GPS’ (Editorial Planeta), un libro donde invita a los padres a cambiar el foco y mirar con gafas de un niño «que nos necesita y que lleva otros tiempos». no pueden estar tiempo con sus hijos. ¿Qué hacer entonces?.
—Tener en cuenta que su presencia determina el desarrollo infantil, y, en efecto, hoy más que nunca esa presencia continua y de calidad está en peligro. De hecho actualmente es la gran dificultad. Muchos de los problemas vienen de esta circunstancia actual: tenemos unas agendas laborales terribles, muchos compromisos... al final ponemos a los hijos en un segundo plano sin querer. Pero el mejor regalo que le puedes hacer es estar presente. Es cierto que supone para muchos una encrucijada, pero un hijo te necesita como referente estable para poder tener seguridad.
—Antes se decía eso de que ‘tiempo de calidad en lugar de cantidad’. ¿Sigue vigente o es un consuelo?
—No solo es tiempo de calidad (que también), sino de continuidad. Tus hijos necesitan saber que estás ahí a lo largo de la semana para responder a sus demandas cuando ellos quieran. Está claro que no vamos a satisfacer todas, pero es ahí donde entra en juego la batería de la seguridad. Cuando la atención está por encima del 50 por ciento, se relajan porque están seguros y sostenidos por su figura de apego. Necesitan una continuidad de nuestra presencia para poder confirmar una y otra vez que tendrán una dedicación y un amor incondicionales. Este sentimiento de confianza es la base para desarrollar posteriormente su autonomía y descubrir el mundo. Es más, incluso en la distancia, ellos necesitan saber que estamos disponibles.
—¿Cómo podemos actuar? —Propongo a los padres hacer curas de presencia con sus hijos. O estás o no estás, pero para estar a medias es como no estar. Muchas veces, de un total de cuarenta minutos que compartimos queremos estar a todo, a medias con el trabajo y con ellos. Nuestros hijos son muy sensibles y saben cuándo estamos a medias o pretendemos estar sin hacerlo. Es mejor estar, dividir el tiempo y estar veinte minutos enfocados al cien por cien en tu hijo, y el resto en el trabajo.
—En el día a día esto es complicado. ¿Por dónde se empieza? —Tenemos un horario que suele estar marcado por las comidas, el trabajo o el colegio. Busca una franja en la que deberías estar presente con tus hijos: dos o tres horas después de la escuela, los sábados por la mañana... y bloquea o restringe el uso del móvil, por ejemplo. Se puede hacer con aplicaciones específicas o simplemente poniendo el teléfono en ‘modo no molestar’ o ‘modo avión’. También desactiva las notificaciones que tengas, será mucho más fácil.
—Es que estamos siguiendo un guión muy estricto, hay una exigencia altísima por parte de los trabajos, llevamos una vida que va a mucha velocidad y se nos olvida que los niños tienen otro tempo. Si nosotros vamos a 120 revoluciones, ellos van a cuarenta. Y para poder disfrutar tenemos que bajar a su tempo. Hazte esta pregunta: ¿tienes la oportunidad de ir tranquilamente, andando a su velocidad, observando lo que ocurre y disfrutando del camino? Con niños de uno a tres años es una forma maravillosa de poder detectar qué es lo que necesita cada uno. Criar es una carrera de fondo, mejor invertir cuando son pequeños para poder disfrutar luego de mayores.