«Hay pacientes de Covid muriendo a las puertas de todos los hospitales indios»
▶ Uno de cada tres nuevos contagios en el mundo se registra en el país asiático
La India es un país gigantesco, de más de 300 millones de habitantes, que respira ahora mismo intubado. Hay miles de enfermos agonizando sin oxígeno. Y los habitantes sanos contienen la respiración por haberse convertido, en poco más de una semana, en el epicentro global de la pandemia. Uno de cada tres contagios por Covid-19 en el mundo es natural de la India. Y es un país que se halla también «sorprendido» –resume el hijo del jesuita Vicente Ferrer– por la segunda y atroz bocanada del coronavirus, que se está llevando casi 3.000 vidas por jornada y ha sumido al país en una «catástrofe humanitaria como no se ha visto nunca. Y eso pese a ser un país acostumbrado a la extrema pobreza y donde se viven situaciones tan dramáticas», desgrana Moncho Ferrer, director de la Unidad de Infecciosos del Hospital Bathalapalli, que conversa con ABC en videoconferencia por Skype desde Anantapur. «La situación es durísima. La diferencia con anteriores crisis es que este desastre, aunque se ceba más con la población más vulnerable, no distingue a ricos y pobres porque la incidencia es descomunal», añade.
En ese mismo hospital que gestiona la Fundación Vicente Ferrer (FVF) a 356 km al sur de la capital del Estado, Gerardo Uria, el doctor gijonés experto en VIH y tuberculosis, que entró en el país en 2009 como cooperante, comenta que, a pesar de la distancia, el virus barre de norte a sur el país con una voracidad «apocalíptica». Se va a llegar al triaje en los centros sanitarios y «los enfermos mueren ya a las puertas de todos los hospitales indios», declara a este diario. Lo están sufriendo más ciudades enormes como Nueva Delhi y Bombay, pero el patógeno viaja rápido, relata el doctor, que ahora se dedica el cien por cien de su tiempo a los pacientes con coronavirus. «Hoy, en Bathalapalli, las 300 camas que tenemos están ocupadas. Se acaba el oxígeno. Solo ingresan los pacientes más graves, y el rango de edad de los infectados ha bajado a entre 30 y 50 años; pero no faltan los pacientes de 20. De 100 enfermos, 85 necesitan respiración asistida», enfatizan Uria y Ferrer. El hijo del jesuita barcelonés fallecido en 2009 y su viuda Anna Ferrer relata su gran impotencia: «Cada día recibimos llamadas buscando camas, pero esto está lleno. Estamos en mínimos. No hay otra opción, tenemos lo que hay: hay gente que se queda enferma a la puerta del hospital porque no hay más oxígeno, no hay suficiente».
Se relajaron las medidas
¿Qué ha ocurrido para que la segunda onda del virus se haya desbocado con esta virulencia? La población bajó la guardia. La India sufrió una primera ola de casos contundente de marzo a octubre. Pero «el cierre del país ordenado por el Gobierno, el ‘lockdown’ o confinamiento nacional fue peor que el propio Covid, por el hambre», explica el doctor Ferrer. Así que, cuando entre noviembre y diciembre la curva cayó en