388 parlamentarios europeos se suman a 170 Nobel para agilizar la inmunización
Crece la presión para liberar las patentes de las vacunas ▶
picado y se llegó a declarar, en enero de 2021, que India era un país ‘free-Covid’ –«excepcional por los cero contagios que registraba», comenta Asensio Rodríguez, director de la Fundación en España–, la ciudadanía «se relajó sobremanera: celebraron bodas, participaron en otras ceremonias religiosas, se quitaron la mascarilla y volvieron a la normalidad», apuntalan ambos. En el imaginario del país caló que había factores que habían contribuido a conseguir cierta ‘inmunidad de rebaño’, incluso la alimentación de los indios (vegetarianos, de modo preponderante) y por su nivel de exposición a otras enfermedades, como el VIH, explica Rodríguez, que concluye: «Se creyó que el virus había desaparecido de India».
La cepa ‘doble mutante’
Pero el agente infeccioso ha virado 180 grados su comportamiento y ha pillado a los indios con el pie cambiado. Las organizaciones humanitarias se preparan, mientras se bregan en una ardua labor de concienciación en aldeas de la profunda India rural como dique de contención frente a la expansión, dice el equipo de la FVF en India, compuesto por 3.000 personas.
El impacto de una nueva variante del Covid que actúa en India, una supuesta doble mutación mucho más expansiva y peligrosa, que se ha llamado B.1.617., no se ha sabido medir todavía. Está en boca de todos por presuntas reinfecciones de casos curados, pero según los doctores consultados en India, «su influencia no ha sido aún determinada. En los estudios de los que disponemos, el porcentaje de casos es minoritario», subraya Uria. La comunidad científica busca respuestas dentro y fuera de las fronteras indias a lo que haya podido provocar un repentino «tsunami de casos» –prosigue el doctor asturiano–, que ha elevado la cartera de contagios diarios a más de 300.000. Más de 12.000 de esos casos se registran en el estado donde trabaja la Fundación, el de Andhra Pradesh.
Los tanques de oxígeno son el ‘listón’ que se marca el equipo de la ONG española, con más de medio siglo de trabajo humanitario arraigado en la India por legado de su fundador. «Antes lo llenábamos cada 11 días, en la pandemia; ahora lo llenamos cada dos, incluso diariamente», lamenta Moncho Ferrer, por lo que la mayor urgencia de la entidad es cosneguir un generador de oxígeno para uno de los cuatro hospitales donde se encuentran, Bathalapalli.
La impresión que tienen desde India es la de que ni la Unión Europea, ni EE.UU., han mirado para otro lado, y se han volcado con esta emergencia humanitaria. «Esta pandemia ha probado que la solidaridad con el vecino sirve para salvarnos a nosotros mismos», apostilla Ferrer.
«La punta del iceberg»
La India sufre el colapso de su sistema sanitario. Los cadáveres se acumulan. Las imágenes de piras en columnas y cremaciones masivas han dado la vuelta al mundo. En una semana, la crisis se ha intensificado de tal forma que «más que desgarradora, es descorazonadora», dijo el lunes la Organización Mundial de la Salud. Y es solo «la punta del iceberg», alertó la agencia sanitaria de la ONU, cuyos datos indican que el crecimiento de muertes ha sido de un 92,5% en una semana. La crisis en India podría comprometer también la entrega de vacunas a otros países a través del programa mundial Covax.
Entre tanta desolación, la otra cara de la moneda fue que ayer se notificó un primer y leve descenso de casos y muertes por Covid de la última semana: fueron casi 30.000 menos con un total de 323.144 nuevos contagios y 41 fallecidos menos que el día anterior, hasta 2.771. El balance global que arroja el Ministerio de Salud indio asusta: se eleva el total acumulado a 17,6 millones de casos y 197.894 muertes.
Aumentan las peticiones para suspender temporalmente las patentes sobre las vacunas contra el Covid. Ayer 388 europarlamentarios se unieron a 170 premios Nobel y exmandatarios y a 34 organizaciones internacionales que ya lo habían hecho en una carta abierta. El objetivo es permitir la fabricación de genéricos en todo el mundo porque, advierten, al ritmo actual de vacunación, la mayoría de las naciones pobres tendrán que esperar al menos hasta 2024 para lograr la inmunización masiva contra el Covid.
La misiva hecha pública ayer va firmada por figuras como el premio Nobel Joseph Stiglitz, el expresidente francés François Holland, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. En ella, piden a la UE que deje de bloquear la iniciativa para suspender temporalmente las patentes de cara a la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) del próximo viernes. Es la misma petición que el colectivo hizo hace una semana al presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Así, aseguran, se ayudará a salvar millones de vida en todo el mundo.
La propuesta, que fue impulsada en octubre por India y Sudáfrica, está respaldada ya por 103 de los 162 países que conforman la OMC. Pero, hasta ahora, ha sido bloqueada por un grupo de grandes potencias, entre las que se encuentran los países de la UE, Estados Unidos y Japón.
En España, cuya posición ha estado alineada hasta ahora con la de la Unión Europea, también se ha abierto el debate. Pedro Sánchez y Carolina Darias anunciaron la semana pasada la voluntad del Gobierno de «impulsar la discusión» sobre la suspensión temporal de las patentes, afirma el colectivo en un comunicado.
Pasar a los hechos
«Son muchos los líderes europeos que en el último año han repetido que las vacunas deben ser consideradas bienes públicos globales, entre ellos, Pedro Sánchez. Sin embargo, no han pasado de las palabras a los hechos. Ahora tienen la oportunidad. El mundo necesita vacunas y para que puedan llegar a todos es imprescindible que se aumente la producción», asegura Vanessa López, directora de Salud por Derecho, una de las organizaciones que respaldan la iniciativa.