El demuestra que el guion es aún más importante que el montaje
colaterales». Por eso, se estudian las diferencias entre los espectadores ‘normales’ y los profesionales, como realizadores, montadores y comentaristas, muchos de los cuales desarrollan el llamado síndrome del ojo seco o conjuntivitis seca, «por parpadear menos de lo normal».
En estudios anteriores, el equipo comprobó que los montajes caóticos aumentan la atención y disminuyen el parpadeo, pero aquí han ido un poco más lejos y han visto que, pese a eso, «el público se entera menos de lo que ve». Ahora han probado que, «a pesar de que el estilo de montaje tiene una importancia muy relevante, es aún mayor la del contenido narrativo. Para un guionista puede ser vital».
Un antecedente interesante es el de Walter Murch, montador de películas como ’El paciente inglés’ y ‘Apocalypse now’, que se preguntaba si era posible afinar tanto como para hacer coincidir el corte de plano con el parpadeo, para que no se pierda ni un instante. «Él nos inspiró y nuestra conclusión fue que no, porque justo cuando colocas el corte, el espectador inhibe parpadeo. Consigues todo lo contrario».
La investigación no se detiene aquí y ahora estudian por qué la gente parpadea menos cuando ve los mismos sucesos en pantalla o en la vida real. «Nuestra hipótesis es que en la vida real tienes un conocimiento o una experiencia superior. La docencia virtual, por ejemplo, ni se le acerca».