Emplaza a aceptar la interpretación remitida por la Xunta para zanjar el bloqueo
Feijóo tacha de «partidista» el veto del Gobierno a la ley de salud ▶
una horquilla de IA a 7 días que oscila entre los 47 y los 50 casos por cada 100.000 habitantes, y los 9599 a 14 días, cuando la media de España es de 95 a 7 días y de 233 a 14 días. Estamos muy por debajo, a la mitad, del resto del país» valoró a la luz de los datos expuestos. Además, la tasa de positividad sigue muy lejos del 5 por ciento que determina la OMS para mantener la epidemia contenida (apenas un 2,4 por ciento) y ya hay 138 concellos que llevan 14 días sin notificar ni un solo contagio y 179 que tampoco han registrado casos en la última semana.
La mirada a los hospitales también es tranquilizadora. Con 163 hospitalizados (11 menos que el día previo) y 44 ingresados en UCIs (-2), el sistema sanitario gallego se siente reforzado para dar un paso más allá en el control de los contactos de los nuevos contagiados. Hasta el momento, se rastreaban las interacciones de los dos días previos al positivo en Covid, pero desde ahora Galicia ampliará estos rastreos a una semana antes, haciendo especial hincapié en las reuniones sociales en las que pudiera participar el positivo, mediasen o no mascarilla o distancia. Según apuntó Durán, esta nueva iniciativa implica un «importante esfuerzo diagnóstico» posible gracias a los buenos datos cosechados en las últimas semanas y la ausencia de presión hospitalaria en la red asistencial, que permite destinar más recursos a esta estrategia de control.
El número de pacientes críticos se rebajó en dos según el último informe
Son los municipios que no registraron casos en la última semana
La variante inglesa sigue siendo la mayoritaria en Galicia, en 9 de cada 10 casos
Tres cepas en circulación
Durán también desveló ayer, con respecto a la naturaleza de los contagios detectados en el territorio, que la cepa británica sigue siendo la mayoritaria y la de mayor circulación en Galicia, llegando a estar detrás de un 93 por ciento de las infecciones detectadas en las últimas semanas. Pero no es la única. Según los estudios, en la Comunidad hay 27 casos de la variante sudafricana notificados; 23 casos de la brasileña P1 y un caso de la brasileña p2, mucho menos frecuente y más desconocida. Además, otros casos siguen en fase de estudio para determinar la cepa a la que pertenecen.
No se mordió precisamente la lengua Alberto Núñez Feijóo en sus acusaciones al Gobierno central ayer en el Pleno de Parlamento gallego, durante una sesión de control azuzada por los dardos que lanzó el portavoz socialista, Gonzalo Caballero, con la ley de salud, recurrida por el Ejecutivo ante el Tribunal Constitucional, como telón de fondo. El presidente de la Xunta cargó contra «un Gobierno moroso y un Gobierno irresponsable» en su réplica final a Caballero, y también arremetió con el ariete de que «llevan 13 meses de inacción, tomándose la pandemia a broma, sin cobertura legal salvo el estado de alarma». Es más que evidente el malestar en la Xunta con La Moncloa, por el movimiento para bloquear la ley de salud autonómica, bajo la premisa, negada por el Gobierno gallego, de que obligaría a vacunarse contra el Covid, entre otros preceptos que rebasarían sus competencias. Feijóo volvió a dar rienda suelta a ese sentir en San Caetano desde O Hórreo, donde habló de un recurso «político», «partidista» y que constituye una «irresponsabilidad».
Desveló Feijóo que el pasado lunes propusieron al Gobierno una «interpretación de la ley», sin entrar en más detalles, y lanzó: «¿Por qué no firman esta interpretación?». El mandatario gallego también explicó en la Cámara que el pasado miércoles su gabinete «recibió dos notificaciones del Gobierno central, para abrir comisiones bilaterales para valorar posibles recursos de inconstitucionalidad». El motivo: dos normas alumbradas también en el Parlamento autonómico, la de reactivación económica y la de residuos. Para Feijóo, resulta aún más irritante que haya «tiempo» para hablar de estas cuestiones pero, con la ley de salud, en plena pandemia, el recurso ante el TC llegara sin mediar antes diálogo alguno.
Feijóo volvió a incidir en una de las principales críticas que ha vertido contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez desde la irrupción del coronavirus: que ni actúa ni deja actuar a las autonomías. Una actitud que, censuró, se resume en «legislar la pandemia me corresponde a mí [por el Gobierno], pero no lo voy a hacer». «Para qué legislar, activamos el estado de alarma», ironizó. Espera que España no se «convierta en un Estado de alarma democrático de derecho».
[Ante agravios comparativos] «¿Cuál es el problema? ¿Que (...) no está publicada en catalán?»
G. Caballero «El día que esta Cámara tenga que cambiar esa ley (...) reconocerá (...) que cometieron un exceso»
Los responsables
Recordó el presidente gallego, una vez más, que «el Tribunal Constitucional no ha suspendido la ley gallega, la ha suspendido su Gobierno», apuntó al secretario general del PSdeG, «y su Gobierno central son responsables, junto con los nacionalistas, de que la ley gallega no esté en vigor en este momento», acusó; un grupo en el que posteriormente incluyó a Vox, que también maniobró contra esta norma. Para añadir más motivos de agravio, trajo a colación los cambios legislativos del pasado diciembre en el Parlamento de Aragón, que no suscitaron recurso, o los efectuados en Cataluña. «¿Cuál es el problema, que esta ley no está publicada en catalán?», se preguntó. Escuece aún más que el Gobierno mueva ficha con la ley gallega pero no lo hiciera para frenar otras iniciativas legislativas. Por eso ve Feijóo una mano «política» tras el recurso.
Y un recado a Caballero, quien proclamó que «el día que esta Cámara tenga que cambiar esa ley, y la va a tener que cambiar, reconocerá por la vía de los hechos que cometieron un exceso de competencias y vulneraron derechos y libertades, en un exceso de intento de protagonismo». Dijo Feijóo: «Algún día se acordará usted de su papelón durante este tiempo. Exactamente el mismo papelón que el PSdeG hizo contra la Xunta cuando reclamaba el IVA». 200 millones de deuda ante los que, celebró, «el Tribunal Supremo está empezando a poner un poco de orden».
El posterior careo con Ana Pontón tuvo las residencias sociosanitarias como leit motiv. El presidente se revolvió ante la acusación de que saca «pecho» con la mortalidad en estos centros. «¿Cree que no tenemos corazón, que no tenemos mayores en nuestras familias?», inquirió, antes de pedir «un poco de respeto» a la líder nacionalista.