Los obispos amenazan a Biden con negarle la comunión por su apoyo al aborto
▶La Conferencia Episcopal estudia un documento con el que penalizaría a aquellos gobernantes que faciliten la interrupción del embarazo
La Conferencia Episcopal de Estados Unidos estudia la posibilidad de denegarle al presidente Joe Biden la comunión por el apoyo, suyo y de su Gobierno, a facilitar el aborto. En la reunión anual de los 260 prelados superiores del país, que se celebrará en junio, estos debatirán una iniciativa impulsada por varios de ellos, comandados por Joseph Naumann, de Kansas, para consensuar un documento a encargar a la congregación doctrinal que prohibiría la comunión en iglesias de EE.UU. a aquellos políticos que aboguen por facilitar el aborto. En 2019, un sacerdote de Carolina del Sur ya le denegó la comunión a Biden, que entonces aún estudiaba presentarse a primarias, por su apoyo al aborto.
Según ha explicado el obispo Naumann «los funcionarios públicos son responsables no solo de sus creencias personales, sino también de los resultados de sus acciones». «La elevación del aborto por parte de las sentencias del Supremo a la categoría de derecho protegido y la eliminación de las restricciones estatales allanaron el camino a la muerte violenta de más de 62 millones de nonatos inocentes y a que innumerables mujeres experimentaran el dolor de la pérdida, el abandono y la violencia», añadió el obispo, que coordina las campañas en contra de la liberalización del aborto dentro de la Conferencia Episcopal.
Naumann y sus aliados en la asamblea de obispos quieren que la congregación doctrinal ponga, negro sobre blanco, las recomendaciones a los sacerdotes que oficien misa con respecto a aquellos políticos, del partido que sean, que apoyen el aborto. Ese documento, que sería elevado a la Conferencia Episcopal, debería ser adoptado por una mayoría de dos tercios en un voto libre. Según el Código de Derecho Canónico recibir la comunión es un derecho básico y «los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quien los pida de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por derecho recibirlos». Al final, dependería de cada sacerdote dar la comunión al político en cuestión.
Biden es sólo el segundo presidente católico de toda la historia de EE.UU., y el primero en acceder al cargo defendiendo el aborto como un supuesto derecho de la mujer. Pero a diferencia del anterior, John F. Kennedy, el actual presidente acude religiosamente a misa todos los domingos, esté en Washington o esté en su casa de Delaware. El hoy presidente siempre se ha definido como una persona profundamente católica, y una de las fotos que ha colocado tras su escritorio en el despacho Oval es del Papa Francisco.
Se da la circunstancia que la segunda persona en la línea de sucesión presidencial, y mujer con más poder en el Capitolio, es también católica. Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes y que apoya también el aborto, ya ocupó el cargo entre 2007 y 2011 y en aquella época visitó al entonces Papa, Benedicto XVI, en Roma. Este le dijo, según un comunicado del propio Vaticano, que «a todos los católicos, y especialmente a los legisladores, juristas y responsables del bien común de la sociedad, le corresponde trabajar en la creación de un sistema justo de leyes para proteger la vida humana en todas las etapas de su desarrollo».
Son varios los obispos estadounidenses