El voto católico de Estados Unidos ha quedado completamente dividido
Según la consultora AP Votecast, en las elecciones presidenciales, Trump y Biden se dividieron el voto católico al 50%, algo que en realidad es un logro del republicano, que es en teoría protestante pero no es practicante. El voto católico de EE.UU. es de 51 millones de adultos en una población de 328 millones de personas. Trump peleó duro por hacerse con esa parte del electorado, sobre todo porque la muerte de la juez del Supremo Ruth Bader Ginsburg le permitió elegir como sustituta a Amy Coney Barrett, mujer de fe católica. Cuando los demócratas la criticaron por su religiosidad y su oposición al aborto, el expresidente y sus principales asesores católicos —el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani y el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie— denunciaron prejuicios contra ese credo. que no se han contentado con recomendaciones. En 2019, antes de la iniciativa que ahora se debate, Thomas Paprocki, el obispo de Springfield, en Illinois, prohibió la comunión en las iglesias de su diócesis a los gobernantes que apoyen el aborto ya que estos «persisten obstinadamente en un pecado grave manifiesto y no deben ser admitidos a la Sagrada Comunión». Días antes, Illinois aprobó una ley que declaraba el aborto como un «derecho fundamental de las mujeres», en contraste con unas medidas mucho más restrictivas de la interrupción del embarazo en otros estados de EE.UU.
Rezar por Biden
Justo aquel año, a Biden, que entonces no ostentaba cargo público, no se le permitió comulgar un domingo en una iglesia católica en Carolina del Sur por su apoyo al aborto. El padre Robert Morey, de la iglesia Saint Anthony en la ciudad Florence, dijo entonces al diario ‘Florence Morning News’ que le había negado a Biden la comunión porque «cualquier figura pública que defienda el aborto se pone a sí misma fuera de la enseñanza de la Iglesia».
Añadió Morey: «Como sacerdote, es mi responsabilidad servir a las almas encomendadas a mi cuidado, y debo