Veteranos del Ejército
‘Querdenken’ se comunica en Instagram a través de grupos como ‘Abogados por el esclarecimiento’ o ‘Policías para el esclarecimiento’, a los que recientemente se ha sumado un grupo de supuestos veteranos del Ejército alemán que se organizan, como ya ha sucedido en manifestaciones en Holanda, para hacer más difícil la disolución de las concentraciones por parte de la Policía. Es poco probable que los más de 10.000 miembros sean verdaderamente veteranos, pero muestran conocimiento militar, comparten fotos de condecoraciones y en el chat de Berlín algunos llaman al derrocamiento del Gobierno federal. «Nuestra gente nos necesita ahora y tenemos el juramento de protegerles», escribe un usuario. que se legislaba la privación de derechos y libertades, ha resultado complicado desde el principio. La prensa alemana ha utilizado a menudo la clasificación de extrema derecha, pero es evidente que buena parte de los asistentes a las protestas, al menos en Berlín, forman parte de la escena de extrema izquierda. Son los mismos, de hecho, que acuden a las manifestaciones para exigir un techo al precio de la vivienda y que promueven la legislación de expropiaciones, además de formar parte de los diversos movimientos por la protección del clima.
Quizá una aproximación más lúcida es la de la corresponsal parlamentaria de ‘Frankfurter Allgemeine Zeitung’, Helene Brubrowski, que en sus artículos ha hablado de «un nuevo extremismo» que escapa a la obsoleta clasificación de derechas e izquierdas. A menudo han sido tratados también como negacionistas, pero sus fundadores rechazan el negacionismo de la pandemia y se centran en las actuaciones políticas.
El ejemplo de la RDA
«Tengo ambos pies anclados firmemente en el suelo de la Constitución. Jamás he negado la pandemia. Por lo que protestamos es por el hecho de que el Estado la esté tomando como excusa para retirar derechos civiles y de los que acusamos a Merkel es de estar convirtiendo Alemania en la RDA», dice una de las cabezas visibles de ‘Querdenken’, el abogado de Leipzig Ralf Ludwig, «y como no tenían de qué acusarnos, inventan una nueva categoría, cuando nuestra protesta no deslegitima al Estado ni sus instituciones, sino a las personas que gobiernan actualmente porque, desde nuestro punto de vista, no cumplen con la ley y la Constitución». «Al final, los ciudadanos de la RDA también lo hicieron.
El estado colapsó en 1989 porque los gobernantes no se adhirieron a su propia constitución. Los derechos básicos y humanos también fueron consagrados en la constitución de la RDA, pero se manipularon las elecciones locales y se cometieron otras injusticias. Con la revolución pacífica, el pueblo no deslegitimó a su Estado, sino a los gobernantes en ese momento. Y eso es lo que hacemos en cierto sentido, también y explícitamente de manera pacífica». «Esto abre la posibilidad de que la Oficina Federal para la Protección de la Constitución observe a todos los ciudadanos críticos y maduros que insisten en preservar sus derechos básicos, de libertad y de defensa frente al Estado», continúa Ludwig.
El hecho es que desde diciembre de 2020, ‘Querdenken’ ya era objeto de vigilancia en Baviera, Hamburgo y Berlín. El presidente de la Inteligencia alemana, Thomas Haldenwang, ha aclarado que «la mera crítica política no es motivo de observación, sino los ataques a las instituciones democráticas y la creciente radicalización».