Feijóo ve «negacionista» el rechazo del Gobierno a legislar ante el Covid
▶Insiste en que sería «suficiente» con la ley de salud, bloqueada en el TC, pero al menos pide tener el estado de alarma ▶Censura una vez más la inacción de La Moncloa y su silencio, que da pie a sospechar de decisiones a la carta
El término empleado sirve de termómetro al sentir de la Xunta, con su presidente a la cabeza, ante el rechazo del Gobierno — reiterado en las últimas horas, sin ir más lejos, por su número dos, Carmen Calvo, con el eco del delegado autonómico, José Miñones— a dotar a las autonomías de una armadura legislativa frente al Covid. «Negacionista» fue el calificativo al que recurrió ayer Alberto Núñez Feijóo. Un vocablo tan llamativo que exige el contexto de sus palabras concretas: «Parece que es un Gobierno negacionista en lo que a legislación se refiere», reprochó.
Abrió precisamente el turno de preguntas, durante la rueda de prensa posterior al Consello semanal, la demanda de comentario a la petición del lendakari Iñigo Urkullu de disponer de otros dos meses de estado de alarma, al que el Gobierno, unilateralmente y sin ofrecer alternativas, ha puesto fecha de caducidad: 9 de mayo. Porque esa fecha se acerca y desde entonces no habrá otro respaldo ante los tribunales para adoptar medidas por la pandemia. Los días van pasando, mañana aparece mayo ya en el calendario, y conforme se echa encima el momento crítico aumentan de la mano la preocupación y el malestar. «Lo que propone el lendakari es absolutamente razonable y sensato», sentenció Feijóo, antes de recordar la delicada situación en la que se encuentra el País Vasco, con más de 400 casos por 100.000 habitantes y las UCI al límite; una situación que, recordó, podría darse en Galicia. Y entonces, ¿qué?
«No podemos pasar de 0 a 100 en un segundo», advirtió el mandatario, quien en un momento dado llegó a lamentar la fatiga que produce todo un año reclamando una ley ad hoc para adoptar resoluciones ante el virus. Con la irritación que provoca la negativa del Gobierno a actuar o dejar actuar, aún más sangrante por haber promovido la suspensión de la ley sanitaria gallega con un recurso ante el Tribunal Constitucional. El Ejecutivo, recordó, se limitó durante todo este tiempo a escudarse en el estado de alarma, una herramienta «excesiva, antigua y desproporcionada»; y ahora lleva a las autonomías