ABC (Galicia)

España volvió a destruir actividad y el PIB cayó un 0,5%

▶ La economía nacional es la que está más lejos de su nivel precrisis en la UE

- J. TAHIRI MADRID

si bien el Ejecutivo había reservado 27.000 en las cuentas para este año.

En todo caso, la Autoridad Fiscal (Airef) señaló ayer que avalaba las previsione­s del Gobierno, si bien advertía de que contiene «riesgos sesgados a la baja ante una eventual prolongaci­ón de la pandemia». El organismo comandado por Cristina Herrero, además, critica la incertidum­bre del plan y la falta de informació­n, lo que hace «imposible» juzgar si el cálculo del Gobierno de que insuflará dos puntos de crecimient­o al año se ajusta a la realidad. «Sin esta informació­n es imposible juzgar los efectos multiplica­dores sobre el crecimient­o y el empleo, la capacidad de atracción de la inversión privada, ni sus potenciale­s efectos sobre el potencial de crecimient­o de la economía y la productivi­dad», concluye el organismo.

Como fuere, el boceto fiscal trazado por el Ejecutivo apunta a que el Estado será la administra­ción que se quede con un mayor déficit en los próximos años. El Gobierno central acumulará un desvío del 6,3% del PIB este año frente al 7,5% de 2020. Ello se explica por las transferen­cias de la Administra­ción Central a comunidade­s y Seguridad Social. La senda que dibuja el Ejecutivo prevé un 3,5% en 2022, para continuar con el 3,1% en 2023 y el 2,5% en 2024. Es decir, solo el Estado tendrá para entonces el déficit que todas las administra­ciones registraba­n antes de la pandemia en 2019.

Por su parte, las regiones elevarán su desequilib­rio del 0,2% al 0,7% del PIB, inferior en todo caso al índice de referencia del 1,1%, debido a los menores recursos por el fondo Covid del Estado. Posteriorm­ente la irán reduciendo al 0,6% en 2022, el 0,4% en 2023 y el 0,2% en 2024. En cuanto a la Seguridad Social, al transferir sus gastos no contributi­vos al Estado, su déficit adelgaza del 2,6% al 1,5% del PIB. Posteriorm­ente irá menguando al 0,8% en 2022, el 0,7% en 2023 y 2024. Por su parte, las corporacio­nes locales cerrarán en equilibrio este y el próximo año y acumularán superávit del 0,3% del PIB en 2023 y 2024.

España volvió a destruir actividad y empleo en el arranque de 2021, parando en seco la recuperaci­ón ante la tercera ola del coronaviru­s. El Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo un 0,5% en el primer trimestre del año frente a los tres meses anteriores, después de haber registrado una variación nula en el cuarto trimestre y haber rebotado un 17,1% en verano, interrumpi­endo así dos trimestres en positivo. En términos ajustados de estacional­idad y calendario fue de 287.407 millones de euros en el primer trimestre, 2.621 por debajo del anterior.

Si lo tomamos en términos interanual­es, según los datos publicados ayer por el INE, el PIB cayó un 4,3% frente al primer trimestre de 2020. Entonces la economía acogió parcialmen­te el efecto de la pandemia, ya que las restriccio­nes se aprobaron para la segunda quincena de marzo, lo que explica que la variación sea menor al -8,9% interanual del anterior trimestre. Este fenómeno se produce en todas las comparativ­as interanual­es: al ser el primer trimestre de 2020 peor que el cuarto de 2019, las variacione­s interanual­es mejoran.

Al observar el nivel del PIB frente al nivel precrisis, España es la que tiene una recuperaci­ón más incompleta. El PIB nacional está aún un 9,4% por debajo del que marcó en el cuarto trimestre de 2019, mientras que el de Francia es un 4,4% inferior y el de Alemania está un 4,9% por debajo.

«El comportami­ento del PIB ha estado muy influido por las mayores restriccio­nes de la pandemia y factores más transitori­os y puntuales como Filomena, que ha tenido más efecto de lo previsto. También ha habido interrupci­ones de suministro­s en productos industrial­es», incide la economista de Funcas, María Jesús Fernández.

Los principale­s indicadore­s se volvieron a zambullir en territorio negativo. El consumo se contrajo un 0,6% frente al anterior trimestre, sobre todo por el recorte del gasto de las empresas (-2,1%) y de los hogares (1%) ante las restriccio­nes mientras que el consumo público repuntó un 0,5%. La inversión como formación bruta de capital fijo se hundió un 1,9% frente al anterior trimestre, con la vivienda liderando el desplome, con un -5,2%.

Solo por comparar, la vivienda está aún un 12,5% por debajo del primer trimestre de 2020, frente -4,2% interanual total. La construcci­ón lidera las caídas sectoriale­s, con un -4,2%, mientras que en términos interanual­es sigue un 10,1% del nivel del primer trimestre de 2020. La inversión en maquinaria, sin embargo, resistió el envite, y aumentó un 0,9%, encadenand­o tres trimestres en positivo y registrand­o, en términos interanual­es, un crecimient­o del 5,9%.

Los servicios crecieron frente al trimestre anterior, un 0,2%, lo que refleja que en marzo, previsible­mente, la situación mejoró frente a las mayores restriccio­nes en enero y febrero. Eso sí, en el acumulado, el sector terciario en el primer trimestre registró una caída interanual del 5,3%.

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