El Govern vacuna a los policías y guardias civiles tres meses tarde
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Tres meses más tarde que a los agentes de los Mossos d’Esquadra, y obligada por una orden judicial, la Generalitat comenzó ayer a vacunar contra el Covid a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y de la Guardia Civil que trabajan en Cataluña. Los agentes que, ya con el pinchazo de la primera dosis de Moderna en el cuerpo, salían de las instalaciones que la Policía tiene en la Zona Franca de Barcelona –uno de los cuatro puntos habilitados en Cataluña para vacunarles–, coincidían en expresar su «alivio» por haber sido, por fin, inmunizados, y su «indignación» con la Generalitat por haberles marginado hasta ahora.
El pasado 10 de febrero el gobierno autonómico anunció el inicio de las vacunaciones de los agentes de los Mossos y policías locales, excluyendo al CNP y la Guardia Civil, a quienes entonces ni mencionó. La delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, tuvo que intervenir, comenzando, semanas más tarde, la vacunación de los agentes. Después, el suministro se interrumpió por los cambios de criterio de la vacuna de AstraZeneca. Y la indignación de los agentes acabó sobre la mesa del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) a través de un recurso de Jupol –sindicato de Policía– y de Jucil –asociación de guardias civiles–. Esa iniciativa supuso un punto de inflexión: el tribunal aceptó la medida cautelar que pedían estas entidades y ordenó vacunar sin más demora, y en un plazo máximo de diez días, a los agentes del CNP y de la Guardia Civil, hasta equiparar el porcentaje de vacunados al de los Mossos –80,3% del Cuerpo–. Y la Generalitat acabó acatando la orden judicial y ayer comenzó el suministro de la primera dosis de la vacuna a más de 4.000 agentes, que se alargará durante tres días.
Enfado con la Generalitat
El primer turno de vacunación se reservó para los agentes del CNP dedicados a labores de extranjería, auxilio judicial y extranjería. En el interior del complejo policial de la Zona Franca, blindado por efectivos del CNP, se formó una larga cola de policías uniformados y de paisano que aguardaban su turno para el ansiado pinchazo, a las puertas del gimnasio en el que los servicios sanitarios de la Consejería de Salud dispensaban las dosis. Iván
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