Las colillas arrojadas en las playas liberan metales pesados
Las colillas son el objeto más encontrado en las playas gallegas. Representan el 6% de la basura de la costa atlántica, y en algunos lugares se pueden ver más de más 1.000 colillas en 100 metros de playa. Además de la contaminación visual y los efectos físicos en los organismos marinos, debido a su ingestión o a la asfixia, las colillas pueden suponer un riesgo toxicológico a causa de las sustancias que liberan. En un estudio realizado por científicos del Centro Oceanográfico de Vigo, pertenecientes al Instituto Español de Oceanografía, se ha detectado que los metales pesados pasan desde los filtros de los cigarrillos al mar y que son absorbidos por las branquias y la glándula digestiva de las ostras.
El filtro de un cigarrillo actúa como una esponja que absorbe y libera metales pesados. Al fumar, parte de estos metales, como el plomo, quedan en el filtro. Al tirar una colilla al mar abierto, el filtro libera dicho plomo, que queda en el agua y aumenta el nivel de ese metal, lo que puede suponer un riesgo toxicológico para los organismos marinos. Juan Santos, autor primero del estudio, explica que el mayor problema se da «cuando un cigarrillo llega a un a zona donde la concentración de metales es alta, por ejemplo en una zona portuaria», porque «va a absorber» dichos metales. «Si luego el cigarrillo viaja hasta zonas de océano abierto, donde la concentración de metales es menor», liberarán dichos metales, aumentando «las concentraciones por encima de las que existen naturalmente». Los filtros fumados, respecto a los vírgenes, muestran niveles de metales hasta 90 veces superior.
Medidas de prevención
El estudio no refleja que el nivel de toxicidad sea peligroso para ostras o seres humanos. No obstante, los científicos advierten de la necesidad de implementar medidas para ayudar a prevenir, reducir y mitigar los impactos ambientales de las colillas. «Se podrían aplicar tarifas adicionales en los productos de tabaco para costear programas de concienciación, de promoción de limpieza y de reducción del consumo; establecer multas por tirar basura que incluyan específicamente colillas; o etiquetar los filtros de cigarrillos como desechos peligrosos», señala Santos.