Gracias al Cuerpo Militar de Sanidad
A través de esta carta me gustaría resaltar la importancia que tiene el Cuerpo Militar de Sanidad. Las Fuerzas Armadas españolas han estado presentes en lugares tan lejanos y tan dispares como Honduras, Malí, Líbano, Afganistán o Irak; allí han podido comprobar ‘in situ’ cómo trabajan las Fuerzas Armadas españolas y, en particular, cómo actúan los miembros del Cuerpo Militar de Sanidad en pos de la paz y la prosperidad mundial.
Médicos, enfermeros, farmacéuticos y demás personal sanitario trabajan no solo asistencialmente velando por la salud de los soldados españoles en otras latitudes, sino que además ayudan y colaboran abriendo consultas a las cuales acude la población civil, víctima de catástrofes o conflictos bélicos, recibiendo una asistencia médica impagable.
Merecen ser recordados de vez en cuando. hecho con otras víctimas. Bien está que exista una fundación dependiente de las Cortes de Aragón que lleva su nombre, pues fue letrado mayor en ellas, que sea Hijo Adoptivo de Zaragoza, que tenga la Medalla de Honor de las Cortes, y que un puente sobre el Ebro lleve su nombre.
Pero además de estos actos que nos ayudan a mantener su recuerdo y la actividad de los terroristas, hay que insistir en el hecho de que sus asesinos todavía no han sido juzgados, y que quedan más de trescientos asesinatos sin resolver.
No debemos olvidar este hecho, hay que perseguir juzgar y encarcelar a los asesinos, al margen de las ideas políticas que argumenten para sustentar esa actividad. Y respecto a las organizaciones que les han apoyado y ocultado, y ahora los homenajean, no cabe que nos contentemos con afirmar que son legales y que merecen respeto; no, no merece ningún respeto quien se vale de la violencia para imponer sus ideas, por eso lo único que cabe es decir que soportamos tales organizaciones porque la ley las ampara, pero respeto, ninguno.