Mata a sus dos hermanos y deja los cadáveres en la casa
▶ El autor, con trastornos, contó que estaban en Portugal o en un prostíbulo
Dos policías locales y dos guardias civiles se presentaron en la casa el jueves. «Estamos buscando a sus hermanos», le dijeron a Rafael, de 61 años, que fue quien les abrió la puerta en la calle San Cristóbal de Los Santos de Maimona (Badajoz). Dejó pasar a uno de los agentes y este de inmediato vio manchas sospechosas, que parecían de sangre.
No hubo tiempo de más. Rafael, enfurecido, lo echó de la vivienda y agarró una horquilla (de labranza) con puntas afiladas y un palo amenazándolos a todos.
Tras conseguir reducirlo en plena calle, con los vecinos asomados a sus puertas, el individuo fue detenido por un atentado leve a agente de la autoridad. Los funcionarios, a los que había echado de la casa, pidieron autorización al juez y entraron en la vivienda. Allí encontraron los cadáveres de los dos hermanos a los que buscaban, con numerosos traumatismos provocados a golpes. Un doble fratricidio y una historia de alcoholismo, enfermedad mental y depresiones.
Las dos víctimas son Francisco y Antonio, de 64 y 68 años, a los que nadie veía desde el pasado domingo. Los tres hermanos convivían en esa casa de la calle San Cristóbal en la que los vecinos aguantaban como podían los escándalos, los gritos y las peleas de los tres.
La desaparición de Francisco y Antonio la denunció la directora del centro de día de la localidad pacense al que los hermanos acudían cada día a recoger un plato de comida. Desde el día 2 no lo habían hecho. Tampoco los había visto ningún vecino. La mujer contó esos hechos a la Policía Local y esta a su vez se lo comunicó a la Guardia Civil.
Los hermanos no contestaban al teléfono y el coche de Francisco estaba aparcado en las inmediaciones de la vivienda. Rafael, que había estado ingresado en un centro psiquiátrico varias veces, según sus conocidos, había explicado a quienes preguntaron por sus familiares que se habían ido a Portugal y que él no sabía nada.
A otros, según se ha averiguado después, les dijo que se habían marchado a un club de alterne en busca de mujeres. Ambas víctimas arrastraban problemas de alcoholismo y depresión. Un cóctel que se mezclaba en esa convivencia casi imposible entre los tres hermanos.
Los dos cuerpos presentaban traumatismos craneoencefálicos producidos con un objeto contundente. Fueron golpeados con saña hasta la muerte por su propio hermano.
El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Zafra decidirá si ingresa en prisión al detenido o adopta otra medida debido a su estado mental. Ayer se estaba aún a la espera de los resultados de las autopsias y de hallar el arma homicida.
Desde el domingo Nadie los había visto desde el día 2 en su pueblo de Badajoz; los tres, con problemas, compartían casa