El incendio quedó controlado a última hora y los afectados volvieron a sus casas
Un fuego en la conservera Jealsa obliga a evacuar a sesenta vecinos ▶
Un incendio declarado en la conservera Jealsa de Boiro puso a primera hora de la tarde de ayer en jaque a los servicios de emergencia. La rápida propagación de las llamas y el tipo de materiales que había en el interior de la nave —caso de dos depósitos de amoníaco— obligaron a activar todas las alarmas en comarca del Barbanza, con la mirada puesta en el cielo y en una columna visible a varios kilómetros de distancia. Al media tarde de ayer, y con las causas del fuego aún por dilucidar, lo que más preocupaba eran precisamente los depósitos de amoníaco, por el daño medioambiental que podría desatarse si llegasen a arder. De ahí que se actuase por «tierra, mar y aire» para tratar de aplacar las llamas.
Según indicó el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, in situ, la estrategia se centró en que desde tierra los efectivos de Bomberos extendían escaleras para llegar a las naves que estaban ardiendo, mientras que los helicópteros enfriaban las cubiertas de las zonas en las que se registraban los focos. «Se intenta salvar una parte importante de la fábrica», manifestó Rueda, quien precisó que «se está atacando el fuego desde afuera e intentando que no se propague» a las partes «sensibles».
Una veintena de vehículos y medio centenar de efectivos de distintos cuerpos (bomberos de Boiro, Ribeira y Ribadumia, GES de Noia, Protección Civil de Boiro), además de equipos de Salvamento Marítimo y de los Garda Costas de Galicia, participaron en el control del fuego, que se logró en torno de las 20.30 horas según comunicaron fuentes del 112. Sobre los daños ocasionados, ninguno humano, el director general de Jealsa, Cristóbal Valdés, explicó que el incendio se inició en la «parte trasera» de las instalaciones, la zona de «expedición de pescado», mientras que la propia planta «no está afectada». Sin atreverse a cuantificar las pérdidas, el responsable abogó por esperar a ver cómo avanza la situación para hacer una valoración de los daños causados y aclaró que, dada su capacidad de almacenaje, «serán capaces de atender a los clientes sin problema» pese al revés sufrido.
Al tiempo que los servicios de extinción luchaban por evitar que las llamas afectasen al corazón de la conservera, la Xunta activó el nivel 1 del Plan Territorial de Emerxencias y un total de 25 viviendas tuvieron que ser desalojadas y hasta 60 personas, todas en buen estado, fueron evacuadas. Tal y como manifestó el alcalde de la localidad, José Ramón Romero, la presencia de humo motivó que se decidiese evacuar a los vecinos de las viviendas más próximas a la zona, en el lugar de Agüeiro, aunque con las llamas bajo control pudieron regresar a sus casas, según informó Ep. Preguntado sobre la evolución del fuego, que se declaró al filo de las 15 horas, el regidor señaló que confiaban en que el viento, que era «favorable», ayudase en la extinción de las llamas. Los efectivos del operativo de emergencias continuaron toda la noche en el lugar para refrescar la zona e impedir nuevos focos.
Daños cuantiosos
La popular conservera coruñesa da empleo a un millar de personas, por lo que desde el sindicato CC.OO. SantiagoBarbanza no tardaron en mostrar su preocupación por las consecuencias del incendio. En la misma línea, la subdelegada del Gobierno en la provincia, Pilar López-Riobóo, se desplazó al municipio para reunirse de urgencia con los representantes de la fábrica y del concello. «A la empresa le hemos dicho, al igual que al Ayuntamiento, que ponemos a su disposición todos los servicios de la Administración General del Estado para tratar de atemperar todos los daños que puedan sufrir la empresa y los trabajadores», aclaró adelantándose a la magnitud de los perjuicios ocasionados por un incendio cuyas causas serán investigadas en los próximos días.