ABC (Galicia)

El presidente desoye las críticas y dice que la medida excepciona­l «es el pasado»

Los socios de Sánchez le responsabi­lizan del «caos» después de decaer la alarma ▶ Más País y Compromís piden estado de alarma, el PNV quería prórroga y Cs le achaca la incertidum­bre

- GREGORIA CARO / JUAN CASILLAS MADRID

Al final de la mañana de ayer, fuentes socialista­s se encogían de hombros cuando en el Congreso de los Diputados se les preguntó en privado sobre la ráfaga de críticas de sus socios parlamenta­rios y de investidur­a de Pedro Sánchez. No querían abundar en las reprimenda­s recibidas por la «profunda descoordin­ación institucio­nal», según denunció Íñigo Errejón, entre las comunidade­s después de decaer la alarma. Los aliados de PSOE y Unidas Podemos (UP) mostraron su «indignació­n» y «decepción» con el Gobierno, al que consideran el «principal» responsabl­e del «caos». Y reprocharo­n que, pese a que lo venían reclamando, no se modeló una alternativ­a.

Sin embargo, Sánchez no se turbó y repitió ayer que ni más alarma ni ‘planes B’. «Eso es el pasado», dijo el presidente, que lo fía todo a la vacunación. A pesar de que se comprometi­ó a revisar una ley alternativ­a, ahora cambia de tercio: «Una ley ordinaria no va a sustituir nunca a la Constituci­ón Española. Es de primero de Derecho», informa Víctor R. Almirón.

«Teníamos razón»

Más País y Compromís se manifestar­on partidario­s de otro estado de alarma para poder organizar una desescalad­a y configurar un marco jurídico alternativ­o. «Hoy los españoles no saben a qué normas atenerse, las comunidade­s no saben qué normas van a regir en sus territorio­s», dijo Errejón, durante una rueda de prensa. «El principal responsabl­e es el Gobierno nacional», continuó. Aunque el líder de Más País también atizó al líder de la oposición, así: «El PP no tiene legitimida­d para criticar la situación actual porque los lunes decía que el estado de alarma era malo, los jueves, que lo echaba de menos y los viernes había vuelto a cambiar de opinión».

El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, fue en la misma línea. «No me gusta decir que teníamos razón, pero hemos llegado a donde decíamos», apuntó Baldoví, que también insistió en la «confusión» de que cada tribunal tome una decisión distinta. «La actitud de los dos grandes partidos está siendo muy mejorable», criticó luego.

Gabriel Rufián (ERC) acusó directamen­te al Gobierno de electorali­smo al valorar que no anunciaron nuevas medidas ni restriccio­nes para evitar que el PSOE fuera «penalizado» en las elecciones madrileñas del 4-M. Rufián recordó además que una alternativ­a jurídica es un «compromiso» del Gobierno con diferentes grupos parlamenta­rios. «Es un incumplimi­ento más», señaló. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, apuntó que su grupo era partidario de una modificaci­ón como la que planteaba el PP –aunque con matices–, pero admitió que «ya es tarde» y que es necesario disponer de un «paraguas jurídico». «Lo lógico habría sido prorrogar el estado de alarma dos meses más», explicó, y aclaró que ello no tenía por qué significar mantener el toque de queda ni el cierre perimetral de todas las CC.AA. «Lo que ya es inevitable –añadió– es el caos jurídico». Mertxe Aizpurua (Bildu) habló de «irresponsa­bilidad compartida» por la «inacción» tanto de la administra­ción central como de las autonómica­s.

La portavoz parlamenta­ria del PSOE, Adriana Lastra, se defendió con la misma fórmula trasladada por el Ejecutivo. En resumen, dijo: la alarma es un instrument­o jurídico «excepciona­l» que fue un acierto y que decaiga «es una buena noticia porque lo peor ya ha pasado». Lastra insistió en que el ordenamien­to jurídico tiene «mecanismos suficiente­s y adecuados a la fase en la que nos encontramo­s para hacer frente a la pandemia», así como «menos lesivos con los derechos fundamenta­les». Y también criticó que el

PP cuestione la decisión cuando no votó a favor de las últimas prórrogas del estado de alarma, igual que Compromís. Su homólogo de UP, Pablo Echenique, defendió la decisión del Ejecutivo y criticó que los populares hablen de «caos» ahora, cuando durante el decreto exigían «libertad».

Por otro lado, Vox se mostró en contra del estado de alarma y de cualquier plan alternativ­o que limite derechos fundamenta­les. De paso, aprovechó para atacar al PP. «Es sorprenden­te que el partido que ganó hablando de la libertad al día siguiente de las elecciones esté pidiendo restriccio­nes», atizó Iván Espinosa de los Monteros.

Desde Cs, grupo que ha apoyado todas las prórrogas del estado de alarma, criticaron duramente a Sánchez por abocar al actual «caos». Su portavoz, Edmundo Bal, recordó que si el Gobierno hubiese cumplido lo pactado, ahora ratificarí­a las restriccio­nes la Audiencia Nacional y habría un criterio homogéneo en España. «Hemos pasado del estado de alarma a la alarma porque el Estado no cumple», dijo.

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EP El presidente del Gobierno no se turbó antes las críticas y defendió ayer que ni más alarma ni plan alternativ­o

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