Un joven que dice ser dios causa una matanza en una escuela rusa
▶ El autor, ya detenido, acabó con la vida de nueve personas, siete de ellas alumnos
Una profesora de inglés, una empleada y siete escolares muertos, tres niñas entre ellos, es el balance definitivo del ataque ayer de un joven armado de 19 años contra la escuela número 175 de la ciudad rusa de Kazán, capital de la república de Tatarstán. El autor de la matanza fue detenido, momento en el que aseguró haber colocado una bomba en su domicilio. Se llama Ilnaz Galiáviev y dejó esta misma escuela en abril para estudiar en otro centro.
Fue arrestado también un tal Ramil Mujamedshín, de 41 años, de quien se sospecha que pudo participar en la organización del atentado. Testigos presenciales aseguran que escucharon una explosión tras el tiroteo. En un primer momento se dijo que hubo dos atacantes y que uno fue abatido, información que fue después desmentida.
Según la dirección de la escuela, el tiroteo comenzó a las 9.20. En ese momento en el inmueble había 714 escolares y 70 empleados, 52 de ellos maestros. El centro educativo fue completamente evacuado. Dos de los colegiales perecieron al arrojarse por la ventana desde el tercer piso y otros lo hicieron haciendo uso de una escalerilla.
Tuvieron que ser hospitalizadas 21 personas, de ellos 18 menores y tres profesores. Según la agencia rusa TASS el número total de víctimas, entre muertos y heridos, asciende a 32 personas, que fueron enviadas a dos hospitales.
Un vídeo filmado con el móvil por testigos ocasionales muestra el momento de la detención del autor de la masacre. Al colegio fueron enviadas más de 20 ambulancias y un dispositivo policial que acordonó la zona. Acudieron inmediatamente el presidente de Tatarstán, Rustam Minnijánov, el ministro de Educación del Gobierno local, Marat Sadíkov, y el fiscal general de la república, Ildús Nafíkov.
«Se despertó el monstruo»
Según el canal de Telegram ‘Life Shot’, después del arresto Galiáviev reveló sus motivaciones durante el interrogatorio policial. Dijo que odiaba a todos, quería vengarse y deseaba que todos supieran que es dios. Admitió que actuó en solitario, que aprendió a fabricar bombas gracias a instrucciones publicadas en internet y que «se despertó el monstruo» que dice llevar dentro.
«Comencé a odiar a todo el mundo. Siempre he odiado a todo el mundo y empecé a odiar todavía más», declaró en comisaría. Afirmó que le dijo a su madre que es Dios, a lo que los investigadores respondieron que no tiene padres. «La mujer que me dio a luz no era una madre, no tuve mamá ni papá, nunca los llamé así», aseguró. Una emisora de radio halló en la cuenta de Telegram del asesino capturas de pantalla con amenazas de «matar a un gran número de biorresiduos» para luego suicidarse. También la foto de un hombre con el rostro oculto por una máscara.
El suceso hace recordar la brutal matanza perpetrada en 2018 en una escuela politécnica de Kerch (Crimea) por un joven de 18 años, con un fusil y artefactos explosivos. Hubo 21 muertos, incluido el atacante, y decenas de heridos.