‘Reyes de la noche’ «A García y De la Morena les sacará de quicio»
Los creadores de la serie se confiesan a dos días del estreno en Movistar+, el viernes 14
La edad de oro de la radio deportiva también estaba cubierta de mugre, golpes bajos y traiciones, a menudo en directo. José María García y José Ramón de la Morena protagonizaron una guerra cruenta y, como casi todas, rentable, por una audiencia millonaria. Hubo premeditación, nocturnidad y alevosía. ‘Reyes de la noche’ la cuenta en forma de comedia ficcionada, el viernes 14 en Movistar+. Sus creadores, Adolfo Valor y Cristóbal Garrido desvelan los entresijos de su criatura. —Hacen un retrato inmisericorde del mundo del fútbol y del periodismo. —Adolfo Valor: Los periodistas siempre han sido retratados en el cine como alimañas sin corazón, capaces de vender a su madre por una noticia. No íbamos a ser menos y ponernos moñas. La profesión no es así. Una de las ventajas de esta historia es que son dos muy buenos en lo suyo, muy listos y muy cabrones. —Cristóbal Garrido: En guerra, todo vale, ¿no? Es difícil mantener las formas cuando te juegas tanto. —A.V.: A los guionistas también se nos retrata muy mal en el cine y las series.
—Se pone mucho cuidado en remarcar que todo es ficción, pero luego sale Gil, se habla de la cadena de la Iglesia y hay referencias inequívocas. ¿Cuánto hay de ficción y realidad?
—A.V.: No lo hemos medido, pero el espectador va a entender. Tampoco es imprescindible, pero hemos dejado pistas. Todo eso de la cadena de la Iglesia
EL CINE EN TELEVISIÓN
o los personajes históricos enriquecen mucho la historia. El juego era hacer un poco como Tarantino en el final de ‘Malditos bastardos’. —Hablaron con mucha gente, pero no con García y De la Morena. ¿Qué pensarán al ver la serie?
—C.G.: No quisimos tocarlos porque no queríamos enamorarnos ni contaminarnos. Nuestra intención no era contar sus vidas, sino esa guerra, pero a través de unos personajes completamente ficticios. Imagino que les llegaría, porque hablamos con muchos periodistas deportivos y algunos les dirían: ‘Hemos hablado con dos guionistas enanos y barbudos que preguntan por vosotros’. Pero en ningún momento tuvimos la tentación de hablar con ellos. —C.G.: Si me van a demandar, claro que me preocupa su opinión.
—A.V.: Legalmente estamos cubiertos porque insistimos en que es ficción. Yo he hecho ‘Fariña’ y me da igual lo que opine Sito Miñanco, porque hablamos de cosas y condenas reales. En este caso, me encantaría que la viesen y les gustase. Es complicado, porque las series de policías no gustan a los policías, ni a los médicos las de médicos. A ellos les pondrá muy nerviosos y les sacará de quicio, pero lo entiendo.
—Miki Esparbé ha hablado de la «época gloriosa del periodismo deportivo», pero son como dos genios del mal. —A.V.: Sí que lo son. En ‘El gran carnaval’, Kirk Douglas es capaz de provocar una tragedia con tal de conseguir una exclusiva. Estos tenían ese punto. —C.G.: Todos nos decían que aquella época fue la más feliz y la más jodida, porque se mataban unos con otros y se dejaban la piel por noticias que en realidad no eran tan importantes. —¿Sigue existiendo esa pasión? —A.V.: Todo ha cambiado: el cine, las series, la prensa... y ha perdido cierto encanto. La radio tenía algo único. O lo escuchabas en ese momento o te lo perdías para siempre. Por eso tantos millones se acostaban con el transistor. —C.G.: Ahora es otra cosa. También puede ser que nos estemos haciendo mayores y sintamos nostalgia por todo.