La denuncia contra la Euroliga de baloncesto que puede marcar el caso
En diciembre del año pasado, la ULEB (Unión de Ligas Europeas de Baloncesto) se unió a la FIBA, que inició el litigio hace ya cinco años, al presentar ante la Comisión Europea una denuncia contra la Euroliga por considerarla una práctica de cartel, sobre todo tras anunciar el acuerdo de patrocinio con IMG de 10 años de duración, y aplicar las licencias B por más tiempo del previsto. Aún no hay resolución, Ojito con la UEFA, que puede acabar escupiendo hacia arriba», asegura Roca. «Desde que Alasdair Bell y Emilio García Silvero se fueron de la UEFA, sus servicios legales están tomando decisiones cuestionables. Este caso es comprar boletos para tener un problema. Aquí lo que hay que discutir no es la posición como posible monopolio de UEFA y FIFA, sino si la decisión de ambos organismos de intervenir en el mercado pero cuando la haya ejercerá una importante influencia en lo que se pueda determinar respecto a la UEFA y su hipotético monopolio sobre la explotación y la organización de las competiciones internacionales de clubes, como así le ha consultado el Juzgado de lo Mercantil 17 de Madrid. Son casos que no son del todo similares, pero sí tienen un trasfondo muy parecido. de competiciones de clubes puede afectar a la libre competencia», especifica Borja.
Bajo su prisma, el monopolio existe, pero no lo ve ilegal. El académico recuerda que los artículos 101 y 102 del Tratado de Funcionamiento de la UE da la posibilidad de aceptar este tipo de monopolios si cumplen los requisitos que dictan. «Estos artículos ya prevén que haya situaciones, según ciertas condiciones que se deben cumplir de manera acumulativa, que son anticompetitivas pero son permitidas. Pongo dos ejemplos. La venta de derechos centralizados de la competición es una práctica anticompetitiva porque restringe la oferta, pero ya tiene mucha jurisprudencia porque se considera que genera más dinero para las ligas, se puede redistribuir ese dinero, es beneficioso para el consumidor... Y otro ejemplo es la multipropiedad de los clubes. Hablo del famoso caso ENIC. Cuando una misma compañía compró distintos clubes en distintos países, UEFA reguló esto y se dijo que estaba abusando de posición dominante, pero esa regulación perseguía un objetivo legítimo, era proporcional y no discriminatoria. Por eso se podía aceptar».
Otro caso Bosman
Eminentes juristas como Katarina Pjetlovic (profesora de derecho deportivo en Manchester Metropolitan University) y Stephen Weatherill (catedrático de Derecho de la UE en la Universidad de Oxford) aseguran que hay argumentos bastante plausibles que podrían dar la razón a UEFA. El organismo persigue un objetivo legítimo, que son las competiciones abiertas, y que está reconocido en el artículo 165 del tratado de funcionamiento de la UE. También podría alegar que lo hace para redistribuir dinero dentro de la pirámide, que es otro de los objetivos reconocidos en varias sentencias por el Tribunal de Justicia. Además, contraponiendo este caso con el de la Federación de Patinaje, la relación de poder entre UEFA y clubes es bastante distinta a la que hay entre Federación de patinaje y patinadores. Aquí los clubes tienen bastante más poder. El caso es complejo, pero lo único claro de momento es que «UEFA y FIFA se la están jugando, que es lo que pasó con Bosman», sentencia Borja García.