Sánchez reserva nuevas medidas contra la inflación cerca de las elecciones de mayo
▶ El Gobierno tiene margen para aplicarlas, aunque rechaza las planteadas por Podemos
Durante semanas y meses el ala socialista del Gobierno ha estado resistiendo la tentación y la presión que llegaba desde Podemos para aprobar un nuevo paquete de medidas anticrisis tras el aprobado a finales de año y en el que se incluyeron bajadas selectivas del IVA. Prácticamente desde que esas medidas entraban en vigor desde el socio minoritario de la coalición ya planteaban que no funcionaban, alertando de la subida sin control del precio de la cesta de la compra.
Los repuntes de la inflación de comienzos de año se asociaban en las filas socialistas al fin de la bonificación de los carburantes. Pero se confiaba en que poco a poco fuesen surtiendo más efecto. El Gobierno se siente respaldado por los últimos datos del IPC que descendieron en el mes de marzo hasta un 3,3%. La cuestión es que ya se compara con un momento del curso pasado en que ya había estallado la guerra en Ucrania.
Pero en el Ejecutivo siguen defendiendo que se está experimentando «una tendencia de contención de precios». Destacan el efecto de la excepción ibérica en los precios de la energía como la cuestión más determinante. Una medida que se va a prorrogar hasta finales de año y que La Moncloa vende en términos económicos y de influencia europea de Sánchez.
La inflación subyacente, que mide la evolución de los precios excluyendo la energía y los productos sin elaborar, se situó en marzo en un 7,5%. Pero es la primera vez que registra un descenso, aunque de apenas dos décimas, desde uno de similar magnitud el pasado septiembre. La tendencia es de subida sostenida desde abril de 2021. Estos datos estimados se confirmarán en unos días. El Gobierno confía en que el índice subyacente siga moderándose. La bajada de impuestos que entró en vigor el 1 de enero se mantendrá hasta el 30 de junio o hasta que el IPC subyacente baje del 5,5%.
Los precios de los alimentos
El precio de los alimentos, eso sí, sigue peocupando mucho. Ahí concentra Podemos su presión. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, insiste en su propuesta de bonificar parcialmente la cesta de la compra. Recientemente actualizó su propuesta para bonificar con hasta un 16% el precio de los alimentos que componen la cesta básica de la compra.
En el Ministerio de Hacienda aseguran que estudiaron esta medida ya en el otoño, cuando debatieron las que incluirían en el paquete anticrisis que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció a finales de diciembre. Y la decisión que se tomó entonces parece inamovible: en el Gobierno consideran que es una medida que solo podría ser aplicada por las grandes superficies pero no por el pequeño comercio.
Más de 2.500 millones
Pero el rechazo a esa medida se circunscribe a ella, no al resto. Por ejemplo en el PSOE nunca han sido tan esquivos a aumentar la bajada del IVA hacia la carne y el pescado. En el área económica del Ejecutivo que capitanean Nadia Calviño y María Jesús Montero no descartan nuevas medidas económicas. Uno de los argumentos para rechazar la presión de Podemos estaba siendo que había que esperar al final del primer trimestre para conocer las cifras definitivas del déficit de 2022. Inicialmente el Gobierno las había estimado en un 5%. La semana pasada ya se conoció que el déficit público se redujo en 2022 hasta los 63.776 millones, el 4,8% del PIB. Esas dos décimas de colchón fiscal significan más de 2.500 millones de euros. Además, los datos de recaudación, en parte por el aumento de precios, se dispararon un 14,4% por encima de lo previsto.
El Gobierno va a tener margen para afrontar esas nuevas medidas. El momento político es además propicio. Tras el parón de la Semana Santa, ya desde hoy pero especialmente según avance esta semana, el panorama político entrará en modo campaña electoral. Los socialistas celebran desde el viernes en Valencia su convención municipal.
Fuentes gubernamentales trasladan que no hay todavía decidido qué ni cuándo lanzar esas nuevas medidas. Pero se da por hecho que no se dejará simplemente que caduquen el 30 de junio las ya aprobadas. La extensión de la bajada del IVA en el tiempo o incluyendo nuevos productos es lo más factible. Además de los cheques directos. El aprobado en diciembre alcanzaba los 200 euros y estaba destinado a familias cuyos ingresos no superen los 27.000 euros anuales y con un patrimonio inferior a 75.000 euros. Aquí también tenía Podemos una propuesta más agresiva: cheques de hasta 500 euros para familias con menos de 42.000 euros de ingresos. El plazo para solicitar el cheque que se aprobó terminó el pasado 31 de marzo. Con lo que la ventana para uno nuevo está abierta.
Aunque el Ejecutivo no puede olvidar la senda de la reducción del déficit, que para el cierre de 2023 está fijada en un 3,9%. En el Gobierno también contemplan utilizar parte de ese colchón para alcanzar esa meta con más margen. Pero en el Gobierno en última instancia priorizan poder vender una gestión económica alejada de la sensación de colapso que se generó en los primeros meses de la guerra con el incremento de los precios.