El Constitucional francés sentencia hoy la reforma de las pensiones
▶ Como antesala a su decisión, ayer tuvo lugar una nueva jornada de protestas
El Tribunal Constitucional (TC) debe aprobar o censurar hoy la totalidad o una parte de la reforma del sistema nacional de pensiones, aprobada con un decretazo y rechazada por los sindicatos, que amenazan con prolongar la ‘guerra’ con nuevas formas de movilización y exigencias de un referéndum nacional.
La duodécima jornada de manifestaciones, que tuvo lugar ayer, volvió a confirmar la tendencia a la baja de las movilizaciones: 42.000 manifestantes en París, según el Ministerio del Interior, 400.000 según los sindicatos.
Como en anteriores jornadas, minorías radicales provocaron situaciones de tensión y violencias, en provincias y en París. Los antidisturbios tuvieron que recurrir a los gases lacrimógenos para proteger la sede del Tribunal Constitucional. Choques violentos a la puerta del Banco de Francia. Destrucción de muchos escaparates. Incendios ocasionales. Intento de «ocupación» de una de las sedes del grupo LVMH, líder mundial del lujo, que tiene 145.000 empleados y es uno de los primeros contribuyentes fiscales del Estado.
Después de tres meses de crisis nacional, con la movilización callejera a la baja, los sindicatos no se dan por vencidos y siguen reclamando la retirada completa del proyecto de reforma.
Laurent Berger, secretario general de la CFDT, principal adversario callejero de Emmanuel Macron, declaró ayer que «el Gobierno se equivoca si cree que la crisis ha terminado. Seguirán las grandes manifestaciones del 1 de mayo. Hay presentadas demandas de convocatoria de referéndum nacional». Sophie Binet, la nueva secretaria de la CGT, sindicato de origen comunista, confirma una línea siempre dura: «Macron no podrá gobernar este país mientras no retire una reforma que la opinión pública rechaza, como confirman todos los sondeos».
País ingobernable
La sentencia del TC amenaza con confirmar que Francia se ha convertido en un país difícilmente gobernable. Si aprueba el proyecto de Ley, Macron habrá ganado una batalla importante, pero la Ley no podrá entrar en vigor de forma inmediata. Los sindicatos, la oposición de izquierdas y de extrema derecha han presentado peticiones para convocar un referéndum nacional. Comenzará otra batalla, imprevisible. Y todos los proyectos legislativos de Macron quedarán empantanados, a falta de mayoría parlamentaria clara.
Si el TC rechaza el proyecto de Ley, Macron sufriría una derrota inquietante. Y los sindicatos recibirían un espaldarazo favorable a sus exigencias de retirada completa de la ‘gran reforma’ del proyecto nacional macroniano. Si lo rechaza o aprueba parcialmente, la hipótesis más probable, Macron y los sindicatos podrán agarrarse al clavo ardiendo de los artículos aprobados o rechazados. El conflicto entraría en una fase imprevisible. Todos los escenarios, positivos o negativos, para Macron y los sindicatos, tienen algo muy profundo en común: Francia se instala de manera duradera en una grave parálisis legislativa, difícilmente gobernable.
Durante el primer semestre de su primer mandato presidencial, el otoño del 2017, Macron anunció que la reforma del sistema nacional de pensiones sería la gran reforma «estructural» de su proyecto reformista. Seis años después, tras la crisis de los chalecos amarillos, la crisis del coronavirus, y las campañas electorales del año pasado, la gran reforma sigue empantanada.
Los sindicatos, la oposición de izquierdas y de extrema derecha han presentado peticiones para convocar un referéndum nacional