La huelga de médicos llega a su fin, pero sin contentar a los facultativos
▶La reunión concluyó tras seis horas de negociación, pero las medidas no convencen al colectivo médico, pues son, en esencia, en materia económica
Fueron nueve días de huelga de médicos en Galicia, convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), hasta que el miércoles, pasadas las 23.00 horas, el Sergas llegó a un acuerdo con la organización. Tras más de seis horas de negociación entre la Administración y CESM, las partes firmaron un documento con ocho puntos clave que permitieron que ayer volviera la normalidad a los hospitales gallegos. Lo pactado es, esencialmente, en referencia a lo económico: por ejemplo, mejoras en el precio de las guardias, que podrán llegar en términos generales hasta las 37 horas por hora, así como la posibilidad de que los profesionales que compatibilicen su actividad en la sanidad pública y en la privada puedan cobrar el complemento específico. No obstante, algunos colectivos sanitarios no se contentaron con los avances logrados el miércoles: residentes y facultativos del Sergas emitieron ayer un comunicado dejando de manifiesto su disconformidad con el acuerdo, pues «versa de aspectos puramente económicos y consideramos que no redundan en la protección de la salud y mejora de las condiciones laborales de los trabajadores».
El acuerdo, según los firmantes de este comunicado, aceptado de forma «unilateral» por CESM, «no representa ni siquiera de forma parcial las demandas que el colectivo que insufló poder a esta huelga estaba reclamando». Residentes y médicos muestran su «desacuerdo» con las medidas «puramente económicas» pactadas durante la tarde del miércoles, e insisten en el cumplimiento de las reclamaciones que, de inicio, sí llevaba CESM para convocar la huelga: listas de hasta 30 pacientes, actualización de plantillas con respecto «a la demanda asistencial», cobertura de las plazas vacantes, etc. Asimismo, la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública
(AGDSP), también considera que el acuerdo firmado «no resuelve los problemas» del sistema público «ni de la población», recoge Ep. Es más, señalan que la huelga empeoró las listas de espera por la cancelación de consultas y operaciones. CESM «solo buscaba una subida de sueldo» para los facultativos, señalan desde la Asociación, y añaden que el aumento retributivo es especialmente para quienes compatibilizan la actividad en la pública y en la privada, que podrán cobrar parte del complemento específico a partir de 2024. «Los intereses de este sindicato no son los de la población, aunque aprovechó las movilizaciones sociales para salvar la Atención Primaria y acabar con las listas de espera hospitalarias para sus propios intereses, creando confusión», sentencian.
Mejoras retributivas
En efecto, los ocho puntos acordados entre CESM y Sergas son de índole retributiva, como el aumento del precio de las guardias: variarán, dependiendo del tipo, de los 14 euros (las que no requieren de presencialidad) hasta los 37, a partir de la quinta del mes. Con respecto al complemento específico, se reducirá hasta el máximo de 180 euros la diferencia salarial entre médicos que se dedican exclusivamente a la sanidad pública y los que la compatibilizan con la sanidad privada.
«Una buena noticia es que se llegara a un acuerdo», resumió el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en rueda de prensa tras la reunión del Consello, ayer. Las medidas, aseguró, responden a «una hoja de ruta» que ya tenía planteada la Administración para «hacer mejores las condiciones de los sanitarios», aunque «siempre hay capacidad de mejora». Con respecto a que las medidas son, sobre todo, de índole económica, explicó a preguntas de los medios que «si mejoramos las condiciones, de los profesionales, se está mejorando la sanidad pública». Además, el presidente autonómico está convencido de que este pacto, que se estudió ayer en la mesa sectorial, «abre una nueva época» en la que los profesionales de la sanidad «entiendan» que «hablando con la Administración es como se pueden conseguir y llegar a avances». CESM, antes de la reunión, desconfiaba de la flexibilidad de negociación del Sergas.