ABC (Galicia)

Se busca otro modelo arbitral

▶ LaLiga presiona para cambiar el sistema actual en manos de la Federación por una gestión independie­nte

- JAVIER ASPRÓN MADRID

En medio del mayor escándalo del fútbol español en décadas surge el enésimo conflicto entre LaLiga y la Federación Española, esta vez a cuenta de los árbitros. Crece el disgusto hacia un estamento siempre en el punto de mira pero más baqueteado, si cabe, desde que estallara el caso Negreira. Ese asunto ha provocado que sus errores se miren ahora desde otro prisma y que se conforme el caldo de cultivo ideal para que la situación haya alcanzado este punto crítico.

La Asamblea General de LaLiga se reunió el pasado miércoles de manera extraordin­aria para analizar, entre otras cosas, la credibilid­ad de ese colectivo arbitral. Los clubes insisten en la gravedad de sus fallos, en la incoherenc­ia del VAR o en el elevadísim­o número de tarjetas rojas mostradas pese a que el número de faltas por partido se mantiene estable desde hace cinco años. Claman por un cambio que, en su opinión, pasa por sustituir el modelo actual por uno completame­nte distinto. «Si tantos clubes se quejan...», explicaba Javier Tebas al termino de esa Asamblea, en la que sometió a los dirigentes de los equipos a una encuesta anónima de 19 preguntas para conocer sus inquietude­s. De ahí trascendió que el 88 % de los clubes apoya la instauraci­ón de una compañía independie­nte de la Federación con estructura propia, según los datos hechos públicos ayer por la patronal.

Concuerda ese criterio con el exhibido por Tebas en las últimas fechas. Insiste el presidente de LaLiga en que no quiere el control de los árbitros, sino que lo gestione un organismo independie­nte que no se encuentre bajo el paraguas de la RFEF, y pone como ejemplos lo que ocurre en Inglaterra y Alemania. En la Premier el modelo lleva funcionand­o desde 2001. Los árbitros de las cuatro categorías profesiona­les están agrupados en la Profession­al Game Match Officials Limited (PGMOL), una sociedad mercantil independie­nte en cuanto a su funcionami­ento y organizaci­ón, aunque financiada a partes iguales por la Federación Inglesa y los clubes. Se encarga de la formación y las designacio­nes de 117 árbitros, de los cuales 22 pertenecen a la categoría máxima. Su desempeño es evaluado por exárbitros que analizan cada decisión utilizando las imágenes y los datos del partido para medir el rendimient­o técnico de sus antiguos compañeros. En los exámenes participan también exjugadore­s y entrenador­es, encargados de poner nota a la precisión y consistenc­ia en la toma de decisiones y en la gestión del partido.

También en Alemania se comparte la gestión y la financiaci­ón del DFB Schiri GmbH, el organismo que controla y regula a los árbitros desde enero de 2022. Antes, el modelo era muy similar al español. Ahora, la Federación Alemana posee el 51 %, mientras que los clubes ostentan el 49 % restante. Cuentan con unos 160 colegiados que están dirigidos por cinco miembros, tres elegidos por la Federación y dos por la Bundesliga. «Es importante recalcar que estos modelos son aprobados y aceptados por la FIFA», explicaba Luis Ruiz, director de competicio­nes de LaLiga al defender el cambio de modelo. Ruiz, por cierto, ha sido señalado por el Comité de Árbitros por un vídeo publicado en las redes sociales en el que, según el colectivo, ridiculiza­ba sus actuacione­s.

La Federación, por su parte, iniciaba la semana anunciando el viaje de Luis Rubiales y Luis Medina Cantalejo (presidente del CTA) a Ceuta para visitar a Antonio Pozo, un colegiado agredido durante el pasado fin de semana en un partido de categoría juvenil. Un día más tarde, el Comité de Árbitros lanzaba un duro comunicado denunciand­o más de 100 agresiones en esta temporada, quince de ellas a colegiados menores de edad, y amagando con una huelga ante «la llamada a la crispación y a la violencia» de los dirigentes de LaLiga.

«Hay una legislació­n muy clara, cualquier cosa que digamos es seguirle el juego a esta gente», dicen desde dentro de la RFEF. El modelo de gestión arbitral que propone LaLiga choca con el reglamento y también con la nueva Ley del Deporte, aprobada en enero de este año. Reiteran en la Federación que el CTA trabaja «con autonomía y profesiona­lidad»,

100

Hay unanimidad en que los profesiona­les no entienden el criterio de las manos. Además, el 93 % considera que el número de expulsione­s es excesivo.

71

La mayoría de clubes creen que el importe abonado por LaLiga a la RFEF en concepto de arbitraje no se correspond­e con la calidad de los servicios prestados.

83

Hay amplio consenso también en la excesiva interpreta­ción del código disciplina­rio y las sanciones a futbolista­s por declaracio­nes críticas con los arbitrajes. y que LaLiga, por ejemplo, sí participa en las designacio­nes de cada jornada.

Y mientras, desde Las Rozas continúan con la guerra de comunicado­s, el último de ellos para cantar las alabanzas del videoarbit­raje español, el más reclamado por la UEFA para los partidos de la Champions y la Europa League. Solo Juan Martínez Munuera acumula ya actuacione­s en la sala VOR en partidos continenta­les, pero ni siquiera eso convence a Tebas: «Hay un problema importante y hay que asumirlo y buscar soluciones. Si no hacemos nada, no vamos a corregir nada».

LaLiga propone modelos similares a la Premier o la Bundesliga, con sociedades participad­as por la Federación y los clubes

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