El 75% de los cultivos de eucalipto podría ser apto para uso agrario
▶ Un experimento logra cosechar hortalizas de forma sostenible y sin intervención humana
La manera en que se posan las miradas sobre las más de doscientas cincuenta mil hectáreas que, de acuerdo al mapa forestal de Galicia, están dedicadas a la plantación intensiva de eucalipto podría haber dado un vuelco. Aprovechar el suelo que las soporta para dar pie a otro tipo de cultivos es una idea que tradicionalmente no ha gozado de un gran esfuerzo inversor, por tratarse el árbol de una especie que acidifica el terreno y posee una gran capacidad para absorber nutrientes que eclipsa la de otras especies, que no prosperan. Este paradigma acaba de sufrir un cambio de rumbo gracias a un experimento con el que se ha logrado que una variedad de cereales, hortalizas y frutos puedan prosperar ‘a la sombra’ de este árbol; de manera, además, sostenible y reemplazando la intervención humana por procesos que surgen de forma natural entre distintas especies de flora.
A este concepto se refiere el experimento como «sintropía»: un modelo en el que se propicia que los equilibrios de los ecosistemas se den de forma automática y autónoma, sin requerir de la intervención humana. Así lo explicó ayer, en el acto de presentación de resultados, Marcos Pérez, miembro de la Fundación Galicia Sustentable, una de las entidades responsables tras el estudio; junto a la Cátedra Hijos de Rivera - Universidade da Coruña de Desarrollo Sostenible; y el Concello de A Laracha, municipio que ha cedido la parcela dedicada a la plantación intensiva de eucalipto en la que se condujeron las pruebas. Durante su intervención en el acto, que tuvo lugar en el Museo Estrella Galicia de La Coruña, Pérez explicó que una de las principales líneas de trabajo del proyecto estuvo centrada en propiciar la creación de «la mayor bolsa de suelo posible» susceptible al cultivo de alimentos en las épocas de sequía productiva y, manifestó, el estudio constata que «al menos el 75%» de las tierras en las que se planta eucalipto en Galicia «son susceptibles de ser recuperadas» bajo esta técnica de agricultura regenerativa.
El experimento, expuso Pérez, tomó arranque hace cuatro años, con la introducción de ciertas «combinaciones de cultivos» que brindaron «determinados macronutrientes» enriquecedores al suelo de la parcela. Un proceso que, abundó, siguió con la aplicación de acolchados de triturado de materia orgánica de la cultivada, y del propio eucalipto, para carbonizar el terreno y fijar en él abono.
De esta forma, y con análisis de laboratorio que confirman que «sí se aportan de forma natural macronutrientes» al suelo, tras ponerse en marcha este modelo de compostaje, lograron cultivarse fresas, berenjenas, patatas, cebada o trigo —a pesar de la dificultad añadida que acarrea la siembra de cereal en suelo boscoso, recalcó Pérez—. El representante de Galicia Sustentable también habló de los «resultados no cuantitativos», refiriéndose a la «sorpresa por parte de los vecinos», quienes «venían de visita para ver con sus propios ojos las patatas crecidas bajo los eucaliptos». Un escepticismo que, admite, compartía en un primer momento el equipo tras el experimento, que hoy celebra el éxito de haber asegurado la viabilidad agroalimentaria del terreno.
Los últimos cuatro años comprenden la «fase inicial» de una iniciativa, explicó Ángel Santiago Fernández Castro, director de la Cátedra, cuyos resultados se vincularán a un recorrido de proyectos destinados a cosechar un «impacto positivo» en el territorio gallego. El alcalde de A Laracha, Jose Manuel López Varela, manifestó que investigaciones como ésta «son un impulso muy importante para el rural en términos sociales y económicos. La posibilidad de iniciar nuevas plantaciones, nuevas fuentes de producción y de generación de riqueza son un aliciente fundamental para cumplir con el objetivo de asentar población».