Europa nos pilla demasiado lejos
No pretendo restar importancia al hecho de que España presidirá el Consejo de la Unión Europea de junio a diciembre. No será un hito histórico, como alguno nos lo quieren vender, porque en la Unión Europea se lleva un sistema rotatorio donde a todos los países les llega su turno. Otra cosa distinta es que los objetivos que plantean las diferentes presidencias se consigan o no, porque el proceso de decisión e interés de determinados países influye bastante, amén de que hay decisiones no vinculantes, y otras diferentes que tendrán que pasar por la Comisión Europea o el Parlamento Europeo. Los procedimientos y rutinas de la Unión Europea no las cambia Pedro Sánchez ni nadie, aunque este se crea que va de salvador de Europa. Se trata también de dar imagen y visibilidad al país que preside, tanto en Bruselas como en el país de turno, liderando y organizando reuniones del Consejo Europeo, interministeriales, comités etcétera... No cabe duda de que España es ejemplar en la organización de grandes eventos y en este caso lo será también. Independientemente de estos detalles, deseo que España impulse competentemente los objetivos fijados, a pesar de que nos tengamos que tragar la ofensiva propagandística y los baños de imagen que se dará el Gobierno de Pedro Sánchez con visión electoralista. No hay que olvidar que el presidente va a aprovechar esta oportunidad para potenciar su imagen internacional con vistas a su futuro personal. De cualquier forma, tengo la sensación de que a la mayoría de los españoles de a pie estos asuntos de la Unión Europea les queda bastante lejos porque, con la que estamos viviendo ahora mismo, sus preocupaciones son otras, internas y caseras.