Los alumnos de 10 años retroceden siete puntos en comprensión lectora
El rendimiento de los alumnos cae más en España que en los países donde se retrasó la apertura de aulas
Los resultados de la prueba Pirls, el informe internacional que analiza la capacidad de comprensión lectora en alumnos de 4º de Primaria (10 años), concluye que los estudiantes españoles han empeorado en siete puntos la puntuación obtenida entre 2016 y 2021.
Los datos no dejan bien parada a España en una prueba en la que había seguido siempre una progresión positiva desde que comenzó a participar en 2006. «Confirma, en la misma línea con PISA –que se realiza en alumnos de 4º de la ESO–, resultados por debajo de la media de la Unión Europea y la OCDE. Una diferencia que se ha vuelto sistémica», señala el profesor de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos, Ismael Sanz. Concretamente, la media de estudiantes de la Unión Europea se sitúa en 528 puntos y la de la OCDE, en 533.
Singapur, a la cabeza
En este informe, con la participación de 57 países –unos 400.000 estudiantes, 380.000 padres, 20.000 maestros y 13.000 escuelas–, Singapur lidera la tabla con 587 puntos, seguido de Irlanda (577), Hong Kong (573), Rusia (567) e Irlanda del Norte (558), mientras en los últimos lugares se sitúan Sudáfrica (288), Marruecos (372), Egipto (378), Jordania (381) e Irán (413). Egipto es el país que más ha mejorado (48), mientras que Azerbaiyán y Kazajistán son los que más puntos han perdido (32).
El informe indica que dos tercios de los países participantes han registrado un descenso del rendimiento medio en lectura entre 2016 y 2021, lo que sugiere que la pandemia ha tenido un impacto negativo generalizado en este aspecto.
Sin embargo, en el caso de España cabe destacar que fue uno de los primeros países de su entorno en reabrir las aulas tras el confinamiento por la pandemia, por lo que la caída en el rendimiento debería haber sido menor. Pero, al compararlo con países como Reino Unido, donde se reabrieron las clases en marzo de 2021 –en España fue en septiembre de 2020–, la caída española es significativa a pesar de ello.
Asimismo, la diferencia en la capacidad de comprensión lectora se intensifica en los estudiantes cuya situación socioeconómica es más vulnerable frente a aquellos que gozan de más recursos. Dos factores que suelen estar correlacionados pero que, en esta ocasión, se añaden al hecho de
que muchos alumnos tuvieron que seguir las clases desde su casa, lo que requiere de equipos informáticos y recursos que no se pudieron cubrir por los todos los centros educativos, la denominada brecha digital. En el caso de España la diferencia de puntuación entre los estudiantes con un nivel socioeconómico alto y bajo fue de 62 puntos (550 frente a 488).
El informe también incluye los resultados del tiempo dedicado a utilizar dispositivos digitales para buscar y leer información en un día escolar. En España, un 25% dedica más de 30 minutos, un 57% este tiempo o menos y el 18% no dedica ni un minuto. Otro aspecto del informe que no habla bien de la capacidad de lectura es la proporción de alumnos con resultados excelentes en las pruebas frente a aquellos con peor puntuación. Según Pirls, la cantidad de alumnos con bajo y muy bajo rendimiento han aumentado hasta convertirse en el 25% del total, lo que supera la media de la Unión Europea (23%) y la OCDE (22%). Un indicador en el que España empeora y que denota la falta de igualdad de oportunidades en el sistema educativo, en palabras de Sanz, que destaca además cómo el tramo correspondiente a alumnos con rendimiento muy alto se mantuvo estable a pesar de la pandemia.
Sin datos por comunidades
Por otra parte, la diferencia entre la puntuación obtenida por chicos y chicas en España es ínfima, con apenas dos puntos más para ellos. Una reducción que a priori parece positiva, aunque como señala el profesor de Economía de la URJC, no responde a un aumento de la puntuación femenina, sino a una caída generalizada en ambos grupos.