Otegi evita cualquier alusión al escándalo de las listas de Bildu
Arnaldo Otegi volvió ayer a la campaña como si nada. Apenas 48 horas después de que los siete etarras con delitos de sangre anunciaran su renuncia confirmó que la declaración que leyó «aplaudiendo» el gesto y obviando a los otros 37 condenados por pertenencia a ETA de sus listas es lo único que tiene que decir al respecto. En un acto político en la localidad alavesa de Salvatierra, se limitó a criticar a los partidos que «miran al siglo pasado» y reivindicó a EH Bildu como una formación útil.
«Cada vez que Bildu está en un acuerdo, sale ganando la gente, los pensionistas, los trabajadores, el pueblo y las mujeres», proclamó. Es un motivo del que, asegura, su formación se siente «orgullosa». En esas apelaciones a la utilidad de sus políticas no hubo cabida para alusión alguna a la polémica surgida en torno a sus listas electorales. Otegi obvió por completo las peticiones que instaban a estudiar una posible ilegalización de EH Bildu. Tampoco entró a valorar la decisión de la Fiscalía General del Estado de archivar cualquier investigación.
«No todo vale en política», se limitó a asegurar a modo de crítica por quienes, a su juicio, intentan situar la campaña electoral en un lodazal. «Eso degrada el debate», aseguró. Otegi retomó así el mensaje con el que inició la campaña donde repitió, por activa y por pasiva, su intención de «no bajar al barro. Frente a ello, reivindicó a la formación independentista como un partido que «mira al futuro» y que «debate los problemas» con la gente para buscar soluciones. Afirmó que lo suyo es un modo de «hacer política del siglo XXI». De ahí que en su intervención no nombrara ni a Isabel Díaz Ayuso, ni a Alberto Núñez Feijóo, ni a ninguno de los rostros más conocidos del Partido Popular.
En cambio, optó por hacer un discurso en clave más local, y de entre sus adversarios únicamente citó al diputado general de Álava, quien acusó a la formación de sectarios. El líder de la coalición abertzale Le respondió que su actitud hace cuatro años fue justo la contraria y le recordó que los independentistas pusieron sus votos al servicio del PNV para «echar a Maroto» y dar la alcaldía de Vitoria y de localidades de La Rioja alavesa a los de Ortuzar.