Aragón Existe pone la alcaldía de Teruel como precio por su apoyo a Lambán o al PP
El bastón de mando es más fácil de conceder para el PSOE que para los populares, ahora en el poder local
La noche electoral aragonesa promete ser una de las más trepidantes el próximo 28 de mayo. Salvo que el candidato del Partido Popular (PP), Jorge Azcón, actual alcalde de Zaragoza, alcance la mayoría absoluta junto a Vox, se abrirá un escenario de mucha incertidumbre y muy fragmentado, como suelen ser las Cortes regionales aragonesas.
El socialista Javier Lambán preside ahora mismo un tetrapartito cimentado en una mayoría parlamentaria de cinco formaciones a la que ninguna encuesta otorga los números suficientes para mantener el gobierno autonómico. A la vez que tampoco se los otorgan a la suma de PP y Vox.
Así las cosas, entra en escena, y con un papel que puede ser clave, Aragón Existe. La marca autonómica de Teruel Existe, que irrumpió en el Congreso de los Diputados en 2019 tras años de activismo denunciando los problemas de una de las provincias más despobladas de España. Tomás Guitarte, único diputado de la formación en la Cámara Baja, acapara todos los focos. El mensaje que emite se presta a confusión. Guitarte, que en el Congreso estos años ha sido un apoyo habitual de la coalición de Pedro Sánchez, pero que ya marcó distancias no apoyando los últimos Presupuestos, ha dejado claro que su única línea roja es un Gobierno con Vox. La presión es tanta que ante unas declaraciones en esa dirección, donde dejaba la puerta abierta a una fórmula en la que también estuviese Vox, pero con apoyo externo, la formación ha tenido que endurecer su postura y decir que no quieren ningún entendimiento con Vox. Ni siquiera, como llegó a sugerir el propio Guitarte, en un hipotético escenario de apoyos independientes de esas dos formaciones a un mismo gobierno autonómico, sin compartir una coalición ni ser socios. Conviene no olvidar, en este punto, que si bien su aspiración es transversal y también lo son sus votantes, unidos por el denominador común de las reclamaciones de la conocida como España Vacía, los dirigentes de la plataforma, y el propio Guitarte, se sitúan más en posiciones de izquierdas, e incluso han militando en partidos de esa ideología en el pasado.
En el PP ven todo este puzzle con preocupación porque saben que armar una mayoría que contenga a Vox y Aragón Existe es muy difícil. La única fórmula sería pactando con Guitarte y que Vox diese su apoyo sin pedir nada a cambio, algo similar a los que los populares hicieron en distintos territorios con Ciudadanos (CS), entonces su socio en muchas coaliciones, y los de Santiago Abascal, que se limitaron en aquella ocasión a un apoyo parlamentario que sustentó gobiernos como los de Madrid (Ayuntamiento y Comunidad) o Murcia, algo que ya había ocurrido en Andalucía un año antes. Pero hay muchas dudas al respecto. La aspiración en última instancia es poder sumar con Vox para sortear estos equilibrios.
Teruel por Aragón
Es en este contexto donde aparece una exigencia que Aragón Existe tiene pensado poner sobre la mesa, y para la que ya ha sondeado al PSOE, según confirman fuentes de esta formación en Aragón. Se trataría de exigir la alcaldía de Teruel, la ciudad de origen de este movimiento, a cambio del apoyo a uno u otro partido en las Cortes de Aragón para poder formar el nuevo Gobierno de la región. Así, la plataforma de la despoblación lograría un hito político impensable en sus inicios, gobernar en la ciudad que les vio nacer, y además obtendría varias consejerías del nuevo Ejecutivo, entre ellas la que tendría las competencias sobre el reto demográfico.
Si las Cortes aragonesas son muy plurales en su representación, el ayuntamiento turolense no lo es menos, pues cuenta en la actualidad con hasta ocho formaciones políticas. Hace cuatro años el PP ganó las elecciones y pudo sumar con Ciudadanos (CS) y Vox, sumando justo once asientos de concejal, los que dan la mayoría absoluta del consistorio. Ahora lo previsible es al desaparición de CS y la entrada de Teruel Existe (que decidió lanzarse a la arena política ante la repetición de las elecciones generales en ese año 2019, cuando se celebraron primero en abril y luego en noviembre), aunque las encuestas apuntan a que el PP podría lograr una victoria aún más amplia.
Por eso, y aunque el PSOE confía en poder absorber parte del votante de CS y aumentar así su representación, tanto en Teruel como en todo Aragón, la exigencia de Aragón Existe sería más fácil de cumplir para los socialistas que para el PP, que tendría que sacrificar el bastón de mando que ahora posee. Para los de Javier Lambán, en cambio, se trataría de ceder una pequeña parcela de poder (si la aritmética le permitiese sumar once concejales), quitarle a su principal rival una capital de provincia y, sobre todo, mantener uno de sus principales feudos autonómicos desde 2015, cuando Lambán llegó a la presidencia.
Las Cortes se prefiguran de nuevo muy fragmentadas, pero el PP podría sumar con Vox y desalojar al tetrapartito actual
El PP tiene ahora mismo la alcaldía turolense y aspira a revalidarla en las elecciones con un mejor resultado que el de 2019
Una pieza impensable
En el PP no ven en absoluto el movimiento de la alcaldía de Teruel. Sus datos apuntan a que Emma Buj va a ganar con mucha solvencia las elecciones. Cerca incluso de la mayoría absoluta. Con lo que sacrificar esa pieza sería impensable para ellos.
A nadie se le escapa, por lo demás, la importancia que las políticas de alianzas que se concreten a nivel autonómico y municipal después del 28M puedan tener en un futuro, pensando sobre todo en los comicios generales de diciembre de este mismo año. En el caso de Aragón Existe, se trata de una de las formaciones minoritarias del arco parlamentario que, a diferencia de otras, podría dar su apoyo a uno u otro de los dos grandes partidos.
Aunque los grupos políticos, en todos los territorios, no suelen admitirlo en público, o no de manera muy clara, la circunstancia de que coincidan, en la mayoría de comunidades autónomas, las elecciones regionales y locales el mismo día, posibilita este tipo de acuerdos cruzados o de ‘cambio de cromos’, con gobiernos de distinto nivel administrativo en liza.