La yincana del mal
Lo que ocurre no es poca cosa para quienes presentaron una moción de censura porque querían regenerar la democracia
RECONOZCO que lo de comprar votos roza la excelencia, es un hito casi insuperable en esta yincana del mal en la que se ha instalado el PSOE, quién sabe si de modo definitivo. Estamos a un cuarto de hora de escucharlos decir que el problema no es la compra de votos sino la pobreza, que es la que obliga a los ciudadanos a vender su derecho al sufragio activo para poder escapar del hambre al que los condena Ayuso. Vamos, que comprar votos sería, así, una manera como cualquier otra de no dejar a nadie atrás, de redistribuir la riqueza y de homenajear, aunque de forma heterodoxa, a John Maynard Keynes. Y, en realidad, ahora que lo pienso, no difiere mucho de los ERE de Andalucía. El problema es que el dinero que robaron entonces para amarrar votos era de los trabajadores. Y en ese sentido, ya es un avance, porque ahora no estarían utilizando dinero público sino poniéndolo de su bolsillo. Es la privatización de la corrupción. Bien, coño, bien.
Se observa, además, cierta creatividad en la yincana y eso siempre es de agradecer. Según parece, como modo de pago no solo se habrían usado euros sino, también, en algunos casos, cocaína. Puede que sobrara algo del caso Mediador, que tampoco estuvo mal, la verdad. O quizá sea solo una manera de no estar sujetos a la vulgaridad de lo estrictamente fiduciario. No podemos dejar de valorar como merece para la yincana el posible secuestro de Maracena. Eso es ‘top’, creo que debería puntuar el doble. Aunque quizá sea demasiado ambicioso, pelín excesivo, como de película de Antena 3. Y en esto del secuestro se podría llegar a percibir una influencia clara de las malas compañías. Porque también eso es reseñable, ser socio de un partido que lleva etarras en las listas debería ser gol de oro, algo directamente fuera de concurso. Pero no pasa nada, porque me entero que también presentan como candidato a un Latin King y eso es entrar en el ‘modo leyenda’, convertirse en los Michael Jordan de la yincana. Aunque, cuando la Policía ha ido a detener al Latin King, este ha renunciado, algo que previsiblemente también hará el número dos del PSOE a la Alcaldía de Santa Cruz de Tenerife si se confirma la agresión por la que ha sido detenido. Son el All-Star.
Es difícil participar en la yincana del mal de un modo tan brillante. Pero es que, en campaña, parecen haber entrado en el terreno de la exhibición, como cuando ‘El Bulli’ se dio cuenta de que ya no se dedicaba a hacer comida sino al I+D. Pues estos son los Globetrotters, los Nadia Comaneci de la cosa, el diez perfecto. No descarto que hoy se destape algún escándalo más, no sé, una red de cargos haciendo trampas en el bingo, carreras de galgos en Ferraz, peleas de gallos en Moncloa, una trama de revisores del Interrail pringados para algo o una red de tráfico de Viagra entre los acomodadores de los cines de la ‘promo’. Su yincana del mal es perfecta. Y, como dice Pastrana, no es poca cosa para quienes presentaron una moción de censura porque querían regenerar la democracia.