Rueda apela que «el futuro» de Galicia «no quede en manos» del BNG

▶El candidato popular centra de forma definitiva el mensaje en advertir del riesgo de que gobierne el nacionalismo ▶Aparcadas otras ideas, y con un tono más contundente, su campaña sigue in crescendo y genera más entusiasmo

Elecciones gallegas 18 F

Conforme avanza la campaña electoral, Alfonso Rueda va a más. Y no parece casual que ese crescendo haya coincidido con la decisión de centrar los mensajes en el riesgo que comportaría que el BNG, al frente de un multipartito, aterrizase en la Xunta. A un lado han quedado los mensajes en clave nacional. Hay alguna mención a Pedro Sánchez y el Falcon, que siempre granjea unos aplausos, pero después del debate del lunes, que dejó claro quién es quién, la artillería electoral se centra en el Bloque y en Ana Pontón. «¡Quiero una Galicia mejor, no quiero una Galicia dividida, peleada, que retroceda!», proclamó ayer por la tarde Rueda desde Baiona (Pontevedra), ante unas 400 personas.

El líder del PPdeG advirtió de que en 10 días se decide el «futuro de Galicia, nada más y nada menos». Reivindicó que la Comunidad sea plural, que progrese, que esté unida, que funcione. En lugar del modelo del multipartito, que traerá una región sectaria, estancada, fracturada y envuelta en el barullo, como en otros lugares de España. Por eso pidió «ir todos juntos» el 18F y lograr la mayoría absoluta. Para que «el futuro» de Galicia «no quede en manos» del nacionalismo, que lo ve todo negro, que distingue entre buenos y malos ciudadanos, que quiere imponer el monolingüismo.

«Tengo muy claro lo que somos, no me hace falta que ningún nacionalismo lleno de razón y de una superioridad que no sé de dónde sacan, me venga a explicar lo que tenemos que ser y cómo nos tenemos que gobernar. ¡Somos orgullosamente gallegos y orgullosamente españoles!», arengó Rueda. Un «nacionalismo enfurruñado», abundó, que se dedica a «decir no a todo»; que quiere a «todo el mundo enfadado, permanentemente, como sistema de vida»; que van con «mala cara» y todo lo consideran «negativo», porque «no lo inventaron ellos». Y llegan al extremo de «hablar mal de lo nuestro», censuró.

A pesar de Karlotta

La borrasca Karlotta, que ayer azotó desde la mañana la Comunidad, alteró la programación del carnaval en Gondomar, pero a 20 minutos de allí, en Baiona, no impidió que recalase Rueda en su primer mitin de la jornada. Tarde gris, con agua, pero nada fuera de lo normal en una campaña invernal. A las siete de la tarde, hora de inicio del evento, podía pasearse por sin problema. Llegó de Vigo el cabeza de cartel con casi 40 minutos de demora, pero llegó. El acto arrancó sin él, con el alcalde Jesús Vázquez Almuiña —excompañero en el gobierno gallego— estirando el inicio y presumiendo de que ni un temporal impedía que siguiera rodando la campaña de Rueda; aunque tampoco que dejara goteras en el Auditorio V Centenario de la localidad pontevedresa.

No tardó en entrar el protagonista, a quien Almuiña —parafraseando a la gente de mar— ensalzó como ese «patrón» con experiencia que hace falta cuando hay «galerna», porque con buen tiempo, «cualquiera» dirige la nave. Ondearon las banderas blancas y azules repartidas entre el público. Esta vez el partido puso de su parte para dar un colorido que se echó en falta en días anteriores. Se palpó más entusiasmo. Gente mayor, la que nunca falta y a la que hizo guiños Rueda, entre el público. Pero también savia nueva. Algún uniforme escolar que otro en las butacas.

El candidato conservador venía de anunciar en Vigo que los retornados dispondrán de ayuda para estudiar un grado en las universidades; y que, vengan de donde vengan, disfrutarán de la sanidad pública gratuita. En Burela se afanó por confrontar la Galicia al dictado de la «identidad», una de las obsesiones del Bloque, con la que propugna el PPdeG. «Fraterna», «abierta», «para todos, piensen lo que piensen, vayan a votar[le] o no». E insistió: «¡Cada uno que sienta como le dé la gana, como quiera!». Una visión en las antípodas de los de Pontón, que quieren imponer cómo hablar, pensar, hasta sentir. Que «no entienden» que un gallego pueda abrazar también su condición de español, «sin complejos». Esa Galicia del BNG, con la «complicidad» del PSOE «más servil», el gallego, es la que busca evitar Rueda. «Sería un paso atrás fundamental», alertó el candidato del PP, que ignora las encuestas y enfoca el día 18 con el mensaje centrado. Despojado ya de aditivos que solo conseguirían desvirtuarlo.

Jesús Vázquez Almuiña Alcalde de Baiona

«Como dice la gente del mar, cuando el tiempo es bueno, cualquiera es patrón»