Extraña pareja ‘ma non troppo’
Ingvar Ambjornsen.
Axel Hellstenius y Simon Pau Carrió. Sebastià Brosa. Zaida Crespo.
Guillem Gelabert. Pau Carrió.
Núria Llunell. David Verdaguer, Albert Prat, Albert Ribalta, Òscar Muñoz y Queralt Casasayas. La Villarroel, Barcelona.
Petter Naes. Bent.
La obra de Ingvar Ambjornsen (Tonsberg, 1956) nace de un mismo disco duro: observar con ternura a quienes transitan por los arrabales de ese ‘mainstream’ que la convención social identifica con la normalidad. Es el caso de Elling, protagonista de la tetralogía que el autor noruego publicó entre 1993 y 1999. Una de las novelas, ‘Hermanos de sangre’, fue adaptada al cine. En 2007, el británico Simon Bent la llevó al escenario con una nueva dramaturgia.
Pau Carrió parte de la versión de Bent para mostrar cómo cambia la vida de Elling cuando, junto a Kjell, su compañero de habitación en el centro psiquiátrico, se le presenta la oportunidad de residir en un piso tutelado y financiado por el Estado. Elling y Kjell componen una extraña pareja: lo apolíneo frente a lo dionisíaco. Si Elling es educado, aseado, puritano, metódico y venera la memoria de su madre fallecida, Kjell es malhablado, guarro, rijoso, caótico y odia a sus progenitores. A Elling y Kjell les va a costar alcanzar las aptitudes de adaptación que el asistente social (Òscar Muñoz) les exige para no tenerlos que devolver al psiquiátrico. Pero Elling, que versiona el ‘I will survive’ de Gloria Gaynor a su manera, será capaz de encauzar su talento a través de la poesía gracias a un laureado escritor (Albert Ribalta) que ejerce de Pigmalion. Kjell se enamora de la vecina embarazada (Queralt Casasayas) y supera así un aislamiento emocional de cuarenta años. Moraleja: la normalidad está sobrevalorada.
El polifacético David Verdaguer (el Eugenio de ‘Saben aquell’) encarna a Elling con la matización milimétrica que demanda ese personaje funámbulo entre la normalidad y la enajenación. Albert Prat le da la réplica con una convincente interpretación del volcánico Kjell y su perpetuo caos emocional siempre al borde de la erupción maníaca. La óptima conjunción actoral brinda una comedia amable: las luces –el poder de la superación y la amistad– vencen por goleada a las sombras de la marginación o la agresividad. La versátil y muy nórdica escenografía de Sebastià Brosa dinamiza las idas y venidas de Elling y Kjell por esa sociedad en la que se integran ‘ma non troppo’ como extraña pareja.