Volver a sentir frío y calor con una prótesis biónica que es sensible al tacto
▶ Es la primera vez que se incorporan sensaciones a una extremidad artificial
Gracias a una prótesis de mano sensorizada que proporciona retroalimentación térmica realista y en tiempo real, Fabrizio, un hombre de 57 años con una amputación de muñeca, pudo discriminar y clasificar manualmente objetos de diferentes temperaturas o materiales y sentir el contacto corporal con otros humanos. La tecnología, presentada en la revista ‘Med’, es resultado de la colaboración entre la Escuela de Estudios Avanzados Sant’Anna de Pisa (Italia) y la École Polytechnique Fédérale de Lausanne (Suiza). Es la primera vez que se incorporan sensaciones de temperatura natural en una extremidad artificial funcional.
«La temperatura es una de las últimas fronteras para devolver la sensación a las manos robóticas. Por primera vez, estamos cerca de devolver toda la paleta de sensaciones a los amputados», afirma Silvestro Micera, de la EPFL y coautor principal del estudio.
La nueva prótesis, llamada ‘MiniTouch’, utiliza información térmica para transmitir sensaciones desde la yema del dedo protésico hasta el brazo residual del amputado.
La retroalimentación sensorial es uno de los pasos más importantes para permitir que las personas con una amputación interactúen con su entorno. Partiendo de hallazgos previos sobre sensaciones térmicas fantasmas (estimulación de puntos específicos del brazo residual para evocar percepciones en la mano faltante), los investigadores han desarrollado ‘ MiniTouch‘. Además, el dispositivo utiliza componentes electrónicos disponibles en el mercado, se puede integrar en prótesis ya comercializadas y no requiere cirugía.
«Esta mano es mía»
Para Solaiman Shokur, de la EPFL, la capacidad de sentir la temperatura hace que el tacto sea más parecido al humano, mejorando la sensación de pertenencia del amputado a su prótesis. «Creemos que tener la capacidad de sentir la temperatura mejorará la encarnación de los amputados: la sensación de que ‘esta mano es mía’».
«Hasta ahora, las sensaciones térmicas han sido muy ignoradas en la investigación sobre neuroprótesis, aunque cada vez hay más pruebas de su importancia en nuestra vida cotidiana. Pensamos que las personas amputadas podrían beneficiarse de recuperar sensaciones de temperatura mucho más allá de la detección de objetos fríos o calientes», afirma Jonathan Muheim, de la EPFL.
MiniTouch también mejoró la capacidad del participante para diferenciar entre brazos humanos y prótesis con los ojos vendados: del 60% sin el dispositivo al 80% con el dispositivo. Esa capacidad de redescubrir el contacto corporal con otra persona era el beneficio más importante del sistema, según otros voluntarios.
El próximo paso del equipo de investigación es desarrollar un sistema que integre sensaciones de tacto, percepción y temperatura, ofreciendo a los amputados una experiencia más completa y realista.