Feijóo retrata a un PSOE que se conforma con «migajas» del BNG
La del 18F «no es una elección más». Porque Galicia, advirtió ayer Alberto Núñez Feijóo, «se juega tener una presidenta independentista o un gobierno autonomista». BNG al frente de un multipartito o PP. No hay más. Los partidos de la izquierda se van a conformar con las «migajas» que les «deje» el Bloque. Y «qué más da». «Su objetivo no es ganar: su objetivo es que no ganemos nosotros. Lo único que les importa es que no gobierne el PP. Esta campaña consiste en esto, no hay nada más. Podríamos suprimir la campaña, los mítines y los programas electorales», señaló con contundente durante su intervención en una comida-mitin en Sarria (Lugo).
Ante más de 300 personas, antes de que se sirviera el almuerzo —menú sencillo: ensalada, jarrete a la gallega y tarta de queso casera—, mensajes sobre Galicia, pero también en clave nacional, después de un recuerdo a los dos guardias civiles asesinados en Barbate, y de reclamar «máximas responsabilidades políticas» a Pedro Sánchez. En clave 18F, Feijóo situó a Galicia ante la encrucijada de seguir por un «camino de crecimiento económico, estabilidad en las instituciones, cordialidad y convivencia»; o entrar en una «senda desconocida». Con el agravante de que el BNG «se haría con la Presidencia de la Xunta», utilizando al resto de la izquierda como «muleta». Porque el PSOE, atacó, «ha abandonado a su candidato, y ahora están trabajando para la candidata del Bloque, porque Sánchez prefiere aniquilar su partido (...), pero que el PP no gobierne en Galicia». Aunque suponga «traicionar a sus votantes», entre los que son «mayoría» los que no quieren que gobierne una nacionalista», que imponga el monolingüismo o su rechazo a la Constitución, aseguró.
De la mano de un Bloque que es el «de siempre» y que ni es moderado ni una novedad, insistió en la línea argumental preponderante desde el pasado lunes. «Pido que Galicia no tenga un presidente hipotecado, que tenga un presidente libre», arengó. Porque «se juega tener un gobierno estable o el más inestable de su historia»; uno que trabaje desde el día 19 u otro que empiece peleándose en el reparto de consellerías. Un presidente, Rueda, que «sólo piensa en Galicia»; o Pontón trayendo «problemas importados» del País Vasco o Cataluña. Pensar en todos o gobernar para la «parroquia» propia.