La ‘caza del judío’ se extiende en los campus universitarios alemanes
el hecho de ser judío no tiene lugar en una universidad alemana», ha declarado el presidente del Consejo Central Judío de Berlín, Josef Schuster. También el alcalde de Berlín, Kai Wegner, ha exigido una sanción rápida y severa. Pero la expulsión sigue sin producirse.
Acusaciones de complicidad
No es la primera vez que Lahav Shapira es víctima del antisemitismo. En 2010 fue golpeado por jóvenes extremistas de derecha en su ciudad natal de Laucha y en la víspera de Año Nuevo de 2014 volvió a pasar por el mismo infierno. Su abuelo paterno, Amitzur Shapira, fue tomado como rehén y asesinado por terroristas palestinos en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972. Su abuelo materno fue el único de su familia que sobrevivió al Holocausto. «Mis abuelos paternos también», relata otra estudiante que pide anonimato, «y ahora esto otra vez: la universidad ya no es un lugar seguro para nosotros, apenas la reconozco, no me atrevo a ir a clase, hay llamamientos a la intifada a diario en el campus y mis compañeros me dan la espalda por ser judía».
Una de las pocas estudiantes que se atreve a dar su nombre es Clara Nathusius, fundadora del movimiento Fridays for Israel, que acusa al rectorado de «complicidad» y de «negar y minimizar el sufrimiento que causa el antisemitismo en el campus». «Por temor a ser blan
Insultos, acusaciones («¿Cuántos niños habéis matado hoy?»), agresiones... Aulas y paraninfos se han convertido en un lugar no seguro para los estudiantes judíos. Las víctimas denuncian que hay rectorados que minimizan el antisemitismo
co de antisemitas radicales de izquierda, dejan que los estudiantes judíos asuman la lucha contra el antisemitismo por su cuenta y riesgo: cierran los ojos sin tomar posición y dejan que el odio se propague», ha denunciado.
El terror se difunde en redes sociales y en los pasillos de la universidad. El casillero de Lahav Shapira había sido marcado con un triángulo rojo invertido, el símbolo con el que Hamás identifica a sus objetivos. Como resultado, muchos estudiantes judíos no se atreven ya a pisar el campus, especialmente