Argelia planta a Albares a menos de 24 horas de su viaje
El ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación anunció el pasado jueves en un escueto comunicado que José Manuel Albares realizaría hoy una visita a Argelia que finalmente ha tenido que ser aplazada. Según informaron fuentes diplomáticas ayer por la tarde, el viaje del jefe de la diplomacia española no tendrá lugar por motivos de agenda por parte del Gobierno argelino.
Estaba previsto que el vuelo del ministro saliera desde la base aérea de Torrejon de Ardoz, en Madrid, sobre las 6.45 horas de este lunes. Aunque la agenda de Albares no había trascendido porque todavía quedaban flecos por cerrar, estaba prevista una reunión con su homólogo argelino, Ahmed Attaf, y una posterior rueda de prensa con los medios de comunicación españoles, que iban a viajar con el ministro.
La finalidad de este viaje, además de tener un componente cultural y económico, era escenificar una nueva etapa en las relaciones diplomáticas entre España y Argelia, debilitadas tras el giro del Gobierno de Pedro Sánchez sobre la postura histórica respecto al Sáhara.
Fue en marzo de 2022 cuando España, en un gesto para solucionar las relaciones diplomáticas con Marruecos, declaró la soberanía marroquí sobre el Sáhara. Tras la carta enviada desde el Palacio de la Moncloa al Gobierno marroquí, Argelia decidió llamar a consultas a su embajador en Madrid. A principios de este año, un nuevo jefe de misión argelino, Abdelfetah Daghmoum, aterrizó en España
tras casi 20 meses sin representante. El Consejo de Ministros le concedió el plácet en noviembre iniciando así el camino para que ambos países retomen sus relaciones diplomáticas tras más de un año y medio de desencuentros, aunque todavía no ha presentado cartas credenciales ante el Rey. Abdelfetah Daghmoum, el elegido por el presidente de Argelia, Abdelmajid Tebboune, para pivotar este reencuentro diplomático, ya fue número dos de la Embajada de Argelia en Madrid
Con la visita de Albares de hoy se pretendía escenificar la renovación de esas relaciones diplomáticas. Parece que España todavía tendrá que esperar.