La narcolancha tiró a los guardias al mar y luego los pasó por encima

Los narcos asesinos de Barbate estuvieron ‘toreando’ la zódiac de la Guardia Civil durante unos minutos. Rodeando a los agentes, pasándoles muy cerca, provocando olas en el agua para desestabilizar así su embarcación y que cayeran al agua, como sucedió al final. Los agentes David Pérez y Miguel Ángel González, que iban en una de las amuras de la lancha, fueron los que acabaron en el mar. Momentos después, informa ‘La Voz de Cádiz’, la narcolancha volvía a virar hacia ellos y les pasaba por encima. Fue entonces cuando perdieron la vida. Otro de los agentes se salvaba «de milagro», ya que la hélice de la semirrígida le llegó a atrapar el brazo. El torniquete que se le hizo de inmediato le ha podido salvar la vida y, tras momentos de mucha preocupación, ahora se recupera poco a poco.

Mientras, la madre del agente Miguel Ángel González criticó ayer la «injusta» muerte de su hijo, que atribuye a la falta de medios: «Lo montaron en un flotador contra una narcolancha», afirmaba en un audio enviado al programa Espejo Público, de Antena 3.

Francisca María Gómez, con entereza, pero con una voz que transmite su sufrimiento, pidió que la muerte de los dos agentes sirva «para que no muera ni un guardia civil más» por la «imprudencia de un Estado que no les pone los medios para defenderse».

«No hay derecho a que, por falta de medios, haya pasado esto. La narcolancha le pasó hasta tres veces por el lado, hasta que le pasó por encima y me lo quitó», explicaba la mujer en ese mensaje, en el que pedía justicia para su hijo y su compañeros muertos, así como para los otros dos agentes que resultaron gravemente heridos.

Francisca lamentaba que «no tendrían que haber salido en una zodiac», sino en una lancha de la Guardia Civil, ya que entonces «no hubiese pasado esta desgracia tan grande». Además, la madre del agente fallecido subrayó la necesidad de que el Gobierno «refuerce el Estrecho» y de que «se haga lo que se tenga que hacer, pero que no vuelva a ocurrir».

Francisca detalló que su hijo «llevaba su bandera en alto» –participó en misiones internacionales– y que «siempre defendió a su país ante toda adversidad». No obstante, se lamenta de que, «cumpliendo con su deber y su trabajo», le hayan quitado la vida.