Hallados siete nuevos campamentos romanos en la provincia de Lugo
▶ Piden a la Xunta que los catalogue para protegerlos, al estar ya «muy alterados»
Arqueólogos e investigadores del colectivo Romanarmy han localizado siete nuevos campamentos romanos militares en la provincia de Lugo que, ahora, piden a la Xunta que catalogue para proceder a su protección, por estar «muy alterados por una acción humana continuada». Se ubican en Cospeito, Friol, Palas de Rei, A Fonsagrada, Baleira, Castroverde y Riotorto, según recoge el estudio liderado por el arqueólogo de la Universidad de Oviedo Andrés Menéndez-Blanco, y publicado en la revista ‘Croa’, editada por el Museo do Castro de Viladonga.
Los investigadores explican en un comunicado, recogido por EP, que los yacimientos se dividen en dos grupos, los que presentan una «fiabilidad alta» y los que se consideran «indicios probables». Esto está determinado por su grado de conservación y capacidad para poder plantear certezas sobre lo que esconden puntos que, en algunos casos, se encuentran en terrenos de «intensa» actividad agrícola. Los sitios arqueológicos tienen «la misma morfología» que otros recintos romanos en el noroeste peninsular ya documentados. Entre ellos estaría el ‘Vedro da fame’, en A Hermida, municipio de Riotorto, que abarcaría 14 hectáreas y que lo convertiría en uno de los más grandes de Galicia.
Nuevas interpretaciones
Para los arqueólogos, estos hallazgos aportan «datos relevantes» para abrir nuevos marcos interpretativos sobre los movimientos de las tropas romanas. Apuntan que los recintos de A Fonsagrada o Baleira «inciden en la abundancia de fortificaciones romanas de campaña entre las montañas orientales de Galicia y el occidente asturiano»; el valle de Baleira «pudo tener un papel central en los desplazamientos (...) a través del oriente lugués en sentido norte-sur»; y los campamentos en el oeste del río Miño pueden indicar el control de vías de comunicación. Esto apunta a «cambiar la distribución de los campamentos romanos en Galicia», lo que refuerza la idea de que las campañas se dividieron «en dos islas o concentraciones lejanas». «Aunque no tenemos evidencias de asaltos o asedios a castros en las áreas gallega y asturiana, los indicios de interrelaciones entre poblados indígenas y campamentos son cada vez más numerosos», explican los expertos.