El Papa acepta la renuncia al obispo de Panamá desaparecido «por una trastada»
▶ El cardenal guarda silencio sobre las 48 horas en las que no se supo su paradero
El Papa Francisco aceptó ayer la renuncia «por motivos de edad» del cardenal español José Luis Lacunza, quien hasta hoy era obispo de David, en Panamá, y que localizaron el 1 de enero tras estar 48 horas desaparecido.
Por una parte, la decisión era inminente, pues el cardenal cumplirá 80 años el próximo 24 de febrero, edad a la que los obispos suelen cesar de sus cargos. Sin embargo, por otra, Francisco ha preferido no esperar a que los cumpla y adelantarse para hacer pública esa decisión. Según Dagoberto Campos, nuncio del Papa, la medida «no está relacionada» con la extraña desaparición del purpurado y «ha seguido su plazo canónico normal».
Lacunza, muy apreciado en Panamá y en la ciudad de David, de la que es obispo, presentó su renuncia al gobierno de la diócesis panameña ya hace cinco años, al cumplir los 75, pero entonces Francisco decidió concederle una prórroga.
Una extraña desaparición
El pasado martes 30 de enero, el cardenal salió del obispado de David en torno a las 14:00. Un día más tarde, los sacerdotes de su diócesis avisaron a la Policía, que abrió un dispositivo y lo localizó el 1 de febrero. La Iglesia panameña informó que lo encontraron «a 39 kilómetros de la ciudad de David, dentro de su vehículo y desorientado, aunque en buenas condiciones de salud». También la Policía nacional panameña publicó un vídeo de un agente que conversaba con el cardenal, quien se encontraba dentro de un vehículo.
Javier Caraballo, fiscal general del Estado en Panamá, explicó que en el marco de la investigación, se considera al cardenal como «víctima o posible víctima de una conducta delictiva». Desde el principio dijo que no daría más detalles al respecto «pues debemos respetar los derechos de la víctima».
El domingo 4 de febrero, el cardenal Lacunza se disculpó al término de la misa del domingo. «Quiero ofrecerles mi disculpa y pedirles perdón por el disgusto que les causé los días pasados», dijo entonces. «Sé que pasaron un mal rato. Algunas, derramaron abundantes lágrimas. No las merezco, se lo digo sinceramente, pero las agradezco», bromeó.
Como única explicación, aseguró que «fue una trastada estúpida». «No las hice cuando tenía quince años y la he hecho ahora cuando voy a cumplir 80. ¡Qué barbaridad! Cuanto más viejo, más pendejo», dijo sonriendo, dijo Lacunza.
Robo del ordenador
El caso volvió a salir a la luz cuatro días más tarde cuando intrusos robaron en casa del cardenal en Panamá. El robo se atribuyó a delincuentes comunes, que se llevaron objetos de valor, entre ellos un ordenador.
José Luis Lacunza nació en Pamplona en 1944. Se hizo agustino recoleto en 1964 y unos años más tarde se trasladó a Panamá, donde Juan Pablo II lo nombró obispo ya en 1985. El Papa Francisco lo creó cardenal el 14 de febrero de 2015. Una nota de la archidiócesis de Panamá solicitó ayer «dar gracias a Dios por el servicio del cardenal Lacunza a la Iglesia en Panamá, durante su ministerio sacerdotal y episcopal».
Lo sustituirá en la diócesis de David el sacerdote franciscano Luis Enrique Saldaña Guerra, que hasta ahora era provincial de su orden en Centroamérica y el Caribe. Tiene 58 años, y además de ser su sucesor, comparte con Lacunza la fecha del cumpleaños. Como por ahora todo sigue envuelto en el misterio, el español prefirió no participar en la rueda de prensa en la Conferencia Episcopal
Panameña en la que se presentó al nuevo obispo. Quizá su llegada a la diócesis ayude a arrojar luz sobre lo ocurrido durante esas misteriosas 48 horas.