Las residencias de Lugo que son el «modelo» de Besteiro para Galicia, en manos privadas
▶ Insiste en presumir de los centros «públicos» de la Diputación, cuando la atención está externalizada
Los contratos para la atención en los nueve centros, adjudicados a cuatro empresas, suman más de 6 millones de euros
Elecciones 18F
El cacareado «modelo» de residencias «públicas» para mayores de la Diputación de Lugo, que propugna para toda Galicia el candidato socialista a presidir la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, no es tal. «Nos están vendiendo que es un modelo de gestión pública, de cercanía. No vemos nada, vemos unas empresas gestionando las residencias de la Diputación», rebate Manuel Quiñoá, secretario xeral de CCOO en Lugo. Palabras que dejan en evidencia al candidato de Pedro Sánchez. Y ahí estará la hemeroteca para dar fe.
5 de febrero. Debate electoral a cinco en CRTVG. Segundo bloque: ‘Servicios sociales y bienestar’. Toma la palabra José Ramón Gómez Besteiro. Cuando introduce la cuestión de la dependencia, asegura que el «panorama es absolutamente desolador». «No hay residencias públicas», dice, «tengo experiencia en ese caso». Le corta Alfonso Rueda: «Usted privatizó todas las que montó desde la Diputación de Lugo [que presidió entre 2007 y 2015]».
A partir de ahí, un diálogo, en esencia, como sigue:
-Eso no es verdad y usted lo sabe (...), las residencias de la Diputación son absolutamente públicas.
-Tiene contratado el 80 por ciento del servicio.
-No es cierto.
-Cuente la verdad.
-Los que dirigen el centro, el personal técnico, es absolutamente público y funcionarial.
-Sí, sí. Tres personas. El resto de la plantilla está privatizada.
Lejos de plegar velas, el PSdeG, concluido el debate, incluye el siguiente párrafo en su nota de prensa: «Gómez Besteiro propuso también crear una red de residencias a precios asequibles para las familias y con la gente viviendo en su entorno “como las residencias de la Diputación de Lugo, que son públicas”, a pesar de que este servicio es competencia de la Xunta, pero es la administración provincial quien “tiene que hacer su trabajo” ante la dejadez del gobierno gallego».
«Cuando sea presidente»
No era la primera vez que el candidato socialista hacía público cuál era el espejo en el que se miraba. El día de Reyes —con las elecciones ya convocadas— visitó la residencia de Meira y proclamó: «Cuando sea presidente de la Xunta,
extenderé a Galicia el modelo de residencias públicas (...) que ya hice cuando fui presidente de la Diputación de Lugo». Junto a él, el actual máximo responsable de la institución provincial, el también socialista José Tomé. Eso fue antes del debate en CRTVG. Pero es que en el de TVE del pasado miércoles insistió en presumir de las «residencias públicas» de la Diputación lucense.
La realidad es que la atención en esos nueve centros —A Fonsagrada, Castroverde, Meira, Navia de Suarna, Pedrafita, Pol, Ribadeo, Ribas de Sil y Trabada—,
Cuando José Ramón Gómez Besteiro presume del modelo de residencias de la Diputación de Lugo no sólo omite quién presta la atención en los centros. También otros hechos, como que el de Becerreá lleva dos años construido, pero no se pone en marcha, pese a las manifestaciones de los vecinos reclamando su apertura. Recientemente, el PP denunció que tampoco abrirá este año, 2024, tras confirmar,
que suman 300 plazas residenciales y 153 de centro de día, está en manos de empresas privadas; cuatro, en concreto. A cambio de «más de 6 millones» de euros, una cuantía «enormemente cara» que sale de los «bolsillos» de los ciudadanos, reprocha CCOO — como se puede constatar en la Plataforma de contratación del sector público— . Un servicio «externalizado», censuraba recientemente el portavoz provincial del PP, Antonio Ameijide, «a pesar de que al gobierno provincial de PSOE y BNG se les llena la boca al hablar de gestión pública».
Quiñoá ratifica que, más allá de «alguna figura» que depende de la Diputación, la atención recae en manos privadas. Y la gestión pública, para más inri, genera «duplicidades»: una dirección de la Diputación, otra de la empresa adjudicataria. Y «prima el negocio por encima viendo el plan de contratación del ente provincial, «que no hay ni un céntimo previsto». Lo achacan a una «venganza personal» de José Tomé contra el alcalde, Manuel Martínez (Galicia sempre), ex del PSOE. En A Pobra de Brollón —donde gobierna el BNG—, el centro, prometido poco antes de las municipales del 19, va por su quinta licitación, censuró el PP: «Es un despropósito». del bienestar» de los usuarios, añade el dirigente de Comisiones Obreras. Porque, opina, «sigue siendo un problema de modelo». «El señor Besteiro no tiene un modelo, el BNG no tiene un modelo, está claro que el del PP no funciona», critica. Considera que «todo el mundo», todos los partidos políticos, se mueven desde el «populismo» y pensando en «ganar elecciones». Muy crítico con el modelo de la Xunta, y aunque le toca más de cerca el ‘tramposo’ de la Diputación de Lugo, también afea las promesas de Ana Pontón: «¿Residencias en cada concello vamos hacer? Tenemos que empezar a pensar un poquito más en serio».
Denuncias
En los centros que dependen de la Diputación de Lugo, el panorama se completa, relata Quiñoá, con algunas «denuncias» de trabajadoras, que aseguran que no se cumplen ratios, ni descansos, ni se aplica correctamente el convenio colectivo; además de que asumen funciones que no les corresponden. La conflictividad laboral es menor, puntualiza, porque son también centros de menor tamaño.
¿Por qué, entonces, se confía esa atención supuestamente pública, de la que tanto presume Besteiro, a empresas privadas? «Tengo claro que, por supuesto, tiene que haber intereses en que este modelo sea así», responde el secretario xeral de COOO en la provincia. E insiste: «No son residencias públicas, son residencias gestionadas por empresas privadas, ese es el modelo que tiene la Diputación de Lugo».