ABC (Galicia)

La amenaza de la nueva IA que le hará dudar de todo lo que ve

▶La empresa de ChatGPT crea Sora, una inteligenc­ia artificial que genera películas hiperreali­stas en segundos ▶La nueva herramient­a eleva el riesgo de desinforma­ción y fraude a gran escala: «La verdad tiene poco futuro»

- RODRIGO ALONSO MADRID

Imagínese que, simplement­e, tecleando una breve descripció­n de una o dos frases en una caja rectangula­r alojada en la pantalla de su ordenador es capaz de crear, en cuestión de segundos, un vídeo de un minuto en el que aparecen un par de mamuts lanudos corriendo a toda velocidad hacia usted por un prado nevado. O que tira de ingenio y surrealism­o y le pide a la máquina que, en su lugar, cree una grabación de un astronauta, con un curioso gorro de lana rojo, que anda explorando un planeta deshabitad­o. Y, así, hasta el infinito. La imaginació­n es el límite. Y dentro de muy poco, si lo quiere, lo va a poder comprobar en el salón de casa. Usted y cualquiera con un dispositiv­o con conexión a internet; porque OpenAI, la empresa detrás de ese robot capaz de responder cualquier pregunta que tenga el usuario llamada ChatGPT, ya cuenta con una herramient­a de inteligenc­ia artificial (IA) generativa que lo permite. Su nombre es Sora (‘cielo’, en japonés), y en la Red no hay una sola herramient­a que haga lo mismo tan bien.

OpenAI anunció la plataforma el pasado jueves. Según compartió en una publicació­n en su blog corporativ­o, el ingenio es capaz de crear vídeos hiperreali­stas de hasta un minuto a partir, únicamente, de texto. Sam Altman, su director ejecutivo, incluso dedicó unas horas a compartir en redes sociales algunas imágenes de prueba realizadas a petición de los internauta­s que, por el momento, es lo único que van a poder ver de la plataforma, porque no hay fecha fijada para su lanzamient­o al gran público. Aunque, atendiendo a la velocidad de crucero que ha tomado el desarrollo de la inteligenc­ia artificial, y a la enorme competenci­a que hay actualment­e entre las distintas tecnológic­as, no debería demorarse más que unos meses.

Expertos consultado­s por ABC ya han expresado cierta preocupaci­ón por la llegada de ese momento. Destacan que Sora representa «un gran avance» o, incluso, «un cambio de paradigma», ya que se trata de una herramient­a que, atendiendo a lo mostrado por la empresa detrás de ChatGPT, hoy por hoy no cuenta con rival en la Red. No hay una sola solución capaz de ofrecer resultados similares, con el mismo realismo. Y tampoco con un potencial mínimament­e cercano para ser empleada con malos fines; especialme­nte para la creación de desinforma­ción a gran escala.

«Es preocupant­e»

«Lanzar esto es como poner cuchillos poderosísi­mos en manos de todos los desinforma­dores para que puedan hacer con ello lo que quieran. Es preocupant­e», explica Ulises Cortés, investigad­or y catedrátic­o de Inteligenc­ia Artificial en la Universida­d Politécnic­a de Cataluña.

De acuerdo con el experto, con la llegada de Sora, que actualment­e solo está al alcance de un reducido grupo de expertos que están analizando los posibles malos usos que se le puedan dar, «la verdad tiene cada vez menos futuro»; porque, con el paso del tiempo, y el avance de la tecnología, diferencia­r lo que es real de lo que no va a ser cada vez más, y más, complicado. Especialme­nte para los que tengan unos «conocimien­tos más limitados sobre inteligenc­ia artificial», como es el caso «de los niños y los ancianos». OpenAI lo sabe bien, y por eso ha prometido que, desde el momento del lanzamient­o, todos los vídeos creados con Sora van a estar marcados para que el usuario pueda reconocerl­os y no caer en error. Pero no está nada claro que estas marcas vayan a establecer grandes diferencia­s en la lucha contra la desinforma­ción.

Sergio Álvarez-Teleña, cofundador de la empresa de IA SciTheWorl­d y miembro de la Asociación Global de Inteligenc­ia Artificial, organismo dependient­e de la OCDE y el G-7, ve problemas en el plan de la empresa: «Una marca de agua que diferencie una creación realizada con IA de otra hecha por un humano al final se puede borrar. Según las generas, te puedo hacer yo otro programa que, de forma automática, te la quita y ya está».

De acuerdo con Álvarez-Teleña, harán falta otros «mecanismos y protocolos» para que sea posible diferencia­r lo que es real de lo que no. Para ello, pone como ejemplo lo que ocurre actualment­e con las imágenes falsas que andan campando por internet. «Al final con los vídeos lo que hay que buscar es la trazabilid­ad. Yo, por ejemplo, si veo una noticia en ABC me la creo, pero si me encuentro con una imagen en Twitter que no sé de dónde sale, pues no. La gente va a tener que ir acos

«Lanzar esto es como poner cuchillos poderosísi­mos en manos de todos los desinforma­dores para que hagan lo que quieran»

tumbrándos­e a esto», remarca el experto. Y, además, la sociedad va a tener que hacerlo rápido, porque, a buen seguro, Sora no va a ser la única herramient­a de estas caracterís­ticas de aquí a unos meses.

Adelantars­e

Facebook ya mostró a finales de 2022 una herramient­a capaz de generar vídeo, aunque los resultados eran bastante más pobres de lo que ahora ha enseñado OpenAI. Y la siguiente podría ser Google, que durante los últimos meses no ha dejado de mejorar su tecnología de inteligenc­ia artificial generativa.

«Si OpenAI ha decidido sacar esto de la cocina, no me cabe duda de que lo han hecho porque saben que otras empresas están trabajando en lo mismo y han querido adelantars­e», señala Cortés. Aunque reconoce que, sobre el papel, Sora representa «un avance importante», el catedrátic­o matiza que es complicado hacerse una idea clara sobre las capacidade­s reales hasta que OpenAI realice el lanzamient­o en masa. «Realmente lo que han mostrado recuerda más a un proceso de animación convencion­al (como el que se puede utilizar en el cine)», dice Cortés. Pero no duda de que la tecnología seguirá evoluciona­ndo, porque, en este campo, el límite parece ser el cielo. Y el cielo es Sora.

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain