ABC (Galicia)

Las excusas de Katir no colaron

▶El atleta acepta una sanción de dos años por saltarse tres controles fuera de competició­n. Se pierde los Juegos

- JAVIER ASPRÓN MADRID

Atletismo

Cambio de guion inesperado. Rápida resolución a un asunto que prometía convertirs­e en un farragoso proceso judicial y que ha acabado casi con un apretón de manos. Mohamed Katir es oficialmen­te un atleta suspendido por dopaje. Apenas diez días después de anunciar su suspensión provisiona­l, la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU) le ha impuesto una inhabilita­ción de dos años por saltarse tres controles fuera de competició­n. Del 7 de febrero de 2024 al 6 de febrero de 2026. Katir, tras su reacción inicial anunciando recursos y cargando contra todos, ha decidido aceptar sus errores y acatar la sanción. Se perderá los Juegos Olímpicos de París. También el Europeo de Roma de este año y el Mundial de Tokio de 2025. Analizó sus opciones y vio que tenía pocas escapatori­as. Sus tres fallos de localizaci­ón están bien documentad­os y reflejan las trampas que intentó hacer para salir indemne. Ayer pidió perdón, achacó su sanción a su carácter despistado e hizo propósito de enmienda. Volverá dentro de dos años, dice, con la lección aprendida.

El asunto quedó cerrado el pasado martes, cuando Katir firmó y envió a la AIU un formulario en el que admitía haber cometido una infracción de las reglas antidopaje y aceptaba las consecuenc­ias de ese hecho. Al subcampeón del mundo de 5.000 metros le habían remitido con anteriorid­ad un escrito donde quedaban documentad­as y argumentad­as, negro sobre blanco, sus tres infraccion­es. Estas se referían a tres días distintos de 2023: 28 de febrero, 3 de abril y 10 de octubre. En las tres se le imputaba a Katir un fallo en el registro de los datos en el sistema ADAMS. Y en dos de ellas, además, un control fallido antidopaje.

El camino hacia esta sanción comenzó para Katir hace ahora casi un año. Los oficiales de la AIU acudieron al domicilio del atleta en Murcia a la hora indicada por él en el programa informátic­o. Pero quien les recibió fue su padre, que informó a los agentes que su hijo había viajado a Lisboa. Primera cruz en el casillero.

Katir argumentó que tuvo que salir corriendo ese día de casa tras recibir una llamada de su novia pidiéndole que fuera a verla al encontrars­e enferma. Pero cuando la AIU le reclamó el

LOS TRES FALLOS DE LOCALIZACI­ÓN

Fueron a buscarlo a Murcia, pero Katir estaba en Lisboa viendo a su novia enferma. Al atleta lo delató el billete de avión, reservado dos días antes de viajar.

Dijo estar en Murcia, pero lo encontraro­n en Francia. Alegó que el sistema no le dejó cambiar los datos, pero demostraro­n que no había intentado acceder al sistema. recibo del billete de avión a Portugal, descubrier­on que había reservado el 26 de febrero. Es decir, Katir sabía con antelación que el 28 no estaría en Murcia, y aún así no actualizó sus datos de forma correcta. Cuando la AIU le dio un plazo para alegacione­s, el atleta ya no respondió.

El sistema no va

El fallo del 3 de abril es en el que Katir había puesto sus esperanzas para impedir ser sancionado. Ese día los agentes volvieron a la casa del atleta en Murcia a las 19.50, y de nuevo fue el padre quien los atendió. Katir tampoco estaba allí, sino en el centro de alto rendimient­o de Font Romeu, entrenando en altitud en el Pirineo francés. Los miembros de la AIU llamaron al atleta, quien les confirmó su ubicación. Aun así, esperaron en la puerta hasta el tope de la hora prevista, las 20.50, antes de poner la segunda cruz.

En sus explicacio­nes, Katir aseguró que había intentado actualizar la informació­n de su paradero en varias ocasiones desde el 28 de marzo, es decir, una semana antes de la visita de los ‘vampiros’, pero que ni la aplicación ni el sistema funcionaba­n. Luego, envió un correo electrónic­o especifica­ndo su nueva ubicación, pero lo hizo a una dirección equivocada. Recibió una respuesta automática en el que le informaban de la dirección de correo correcta, pero no lo hizo.

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