Guerra abierta en la familia Agnelli por la millonaria herencia
▶La hija del magnate quiere que se reparta la fortuna entre todos sus hijos. Ahora el poder está en manos de sus primogénitos, los Elkann
Nunca se había visto nada parecido en Italia. La familia Agnelli, dinastía que dominó buena parte de la historia italiana del siglo XX, representando en el imaginario colectivo una especie de familia real, es protagonista de una feroz batalla legal entre sus miembros. Se lavan incluso trapos sucios en la plaza pública, con hijos que reniegan de la madre. El escándalo está motivado por la herencia de Giovanni Agnelli, un imperio económico valorado hoy por diversas fuentes en unos 30.000 millones de euros. Ahora el heredero que domina en ese imperio, su nieto John Elkann, se ha peleado con la madre y sus cinco hermanastros y es indagado por presunto fraude fiscal. Giovanni Agnelli, conocido popularmente como el ‘Avvocato’, senador vitalicio, una especie de ‘rey’ sin corona, que dirigió Fiat durante medio siglo, fue un icono del capitalismo italiano. Falleció en 2003. Cuando él vivía, los trapos sucios de la familia se quedaban bajo la alfombra. Era otra época. En el 2004 nació Facebook. Un año después, trascendía el primer gran escándalo familiar: Lapo Elkann, nieto del ‘Avvocato’, fue salvado ‘in extremis’ de una sobredosis de droga en un apartamento de Turín, después de una noche de sexo, droga y alcohol en compañía de una ‘escort’ transexual. El seguimiento público del desfile familiar al hospital hubiera sido también inconcebible antes. Ahora, cualquiera que haya visto ‘Succession’, la exitosa serie televisiva con la trama de ambición y poder de unos hijos por la sucesión del padre, no puede dejar de pensar en la historia de la familia Agnelli. En este caso se libra una batalla sin cuartel entre Margherita Agnelli, de 68 años, hija de Giovanni Agnelli, y los tres hijos que tuvo con su primer marido Alain Elkann ( John, Lapo y Ginebra). Giovanni Agnelli, cuyo primogénito Edoardo se suicidó a los 46 años al tirarse desde un puente, confió a John (47), el control del imperio familiar a través de Exor (holding con sede en Holanda, accionista mayoritario de Ferrari, Stellantis, Juventus y el grupo de medios de comunicación Gedi, el semanario ‘The Economist’, Phillips y CNH Industrial). Exor es la caja fuerte de la familia, con un tesoro de unos 30.000 millones de euros, que controla John Elkan. La «guerra de los Agnelli» es también una especie de ‘Dinastía’ a la italiana, con batallas iniciadas poco después de la muerte del ‘Avvocato’, cada vez más encarnizadas. La lucha legal, con el objetivo de invalidar los actos de la herencia, la planteó Margherita Agnelli, hija del ‘Avvocato’ y de la aristócrata Marella Caracciolo, fallecida en el 2019. Margherita, con una vida discreta, alejada del clamor de la vida mundana, dio origen a la dinastía AgnelliElkan. En 1975 se casó con el periodista Alain Elkann y nacieron John, Lapo y Ginevra. El matrimonio duró poco y en 1981 se casó por segunda vez con Serge de Pahlen (79 años), nacido en Francia, de familia de la antigua nobleza rusa. Pahlen, exmánager de la FIAT, sería un gran partidario de Putin y también un espía (él lo ha
Por la herencia, Margherita dejó de hablarse con sus hijos: John, Lapo y Ginebra, que ahora la reniegan como madre
Cuando Giovanni, vivía, los trapos sucios de la familia se ocultaban
y Turín, y es presidenta de la Pinacoteca Agnelli en el Lingotto, que fue sede de la fábrica Fiat, convertida en uno de los espacios culturales más atractivos de Europa. Ginevra está casada con Giovanni dell’ Aquila d’Aragona, con el que tiene tres hijos.
Holding rentable
Para dar idea de lo que está en juego en la herencia de los Agnelli basta señalar la importancia de su participación en Stellantis. El holding Exor de los Agnelli, es socio mayoritario con el 14,9% de la multinacional del automóvil, que cerró el 2023 con 190.000 millones de euros de ingresos, 18.600 millones de beneficios y 6.600 millones de remuneración a los accionistas, según se acaba de hacer público. Stellantis es una máquina de hacer dinero para los accionistas. Desde su fundación en 2021, la multinacional ha repartido alrededor de 23.000 millones de euros a sus accionistas, en forma de dividendos y recompra de acciones. Exor, de la familia Agnelli, como primer accionista, se ha embolsado casi 3.000 millones de dividendos en cuatro años. Pero en ese reparto no entran ni Margherita Agnelli ni los hijos de su segundo matrimonio. Por la herencia, Margherita dejó de hablarse con sus tres primeros hijos: John, Lapo y Ginebra, que ahora la reniegan como madre. «Es una historia muy triste. Mi madre reabrió la cuestión hereditaria inmediatamente después de la muerte de mi abuelo, de una manera inesperada», dijo recientemente John Elkann. Ahora, John ha ido mucho más lejos. La guerra con su madre es abierta. Al hacerse público que está indagado por la fiscalía por presuntas irregularidades fiscales en el tema de la herencia, John Elkan acusó el pasado miércoles a su madre en un comunicado de dos páginas: «Hay una madre que persigue, desde hace 20 años, a sus padres y a tres de sus hijos desde hace más de 20 años», escribe el equipo jurídico del presidente de Stellantis. Duras y amargas palabras, sin ocultar el «disgusto y el dolor personal» de Elkann por la denuncia presentada ante la fiscalía por su madre. La réplica de los abogados de Margherita fue inmediata: «Su voluntad es garantizar un trato justo a todos sus hijos, conforme a la ley».
Casi todo gira en torno a las supuestas anomalías fiscales encontradas en las declaraciones de impuestos de Marella Caracciolo, esposa del ‘Avvocato’, fallecida en Turín en el año 2019. Los abogados de Margherita Agnelli plantean la hipótesis de que entre 2018 y 2019, su madre residió en Italia, y no en Suiza, y que, por tanto, Elkann participó, junto con el notario y el contable, en ocultar sus ingresos a las autoridades fiscales italianas. El pasado jueves se conoció que «en algunos documentos importantes del testamento» las firmas atribuibles a Marella Caracciolo, viuda de Gianni Agnelli, son falsas. Si un tribunal confirmara que Marella Caracciolo residía efectivamente en Italia, entonces el acuerdo sobre la herencia del ‘Avvocato’ Agnelli, firmado en 2004 en Suiza, también correría el riesgo de saltar, con un efecto explosivo para todo el imperio económico, comentan los medios italianos, aunque es difícil que eso ocurra. El quid de la cuestión es la presunta existencia de un patrimonio no revelado en el momento de la sucesión del que Margherita quiere su parte. Ayer viernes aparecía un nuevo capítulo, revelado por ‘Il Fatto Quotidiano’ de esta guerra por la herencia: caso Elkann, encontrados 500 millones en cuentas en el extranjero. La Guardia de Finanzas registró el jueves la casa del presidente de Stellantis». La telenovela sobre la dinastía Agnelli continuará.